Farolas en funcionamiento a plena luz del día en La Arena o la calle Cabrales y la imagen de Marqués de San Esteban o Begoña sin iluminación al llegar la noche. Estas fueron algunas de las incidencias que pudieron ver los gijoneses ayer en coincidencia con la primera jornada de huelga de los trabajadores de la empresa que se ocupa del mantenimiento del alumbrado público, los edificios municipales y los colegios. "Hay incidencias todos los días pero no es lo mismo cuando trabajan 35 personas que cuando hay unos servicios mínimos de dos, las cosas ya no se arreglan tan rápido", se explica desde el colectivo de trabajadores. El Ayuntamiento avala el cumplimiento de esos servicios mínimos.

La representación sindical de los operarios -35 en activo y 5 en jubilación parcial- confía en que la solución a su exigencia de la firma de un convenio colectivo pendiente desde 2014 llegue hoy en la reunión que el gobierno municipal tiene prevista con la empresa concesionaria, Electricidad Llano. Una reunión que se les confirmó a los trabajadores tras reunirse con el portavoz del equipo de gobierno, el forista Fernando Couto. De no haber solución la huelga se podría prolongar has ta el 2 de diciembre. La situación, en principio, no afectaría a la iluminación navideña al estar vinculada a otro contrato.

Precisamente, en el orden del día de la Junta de Gobierno de esta mañana se incluye el expediente de renuncia de esta empresa a prorrogar su actual contrato con el Ayuntamiento, que termina a finales de mayo del año que viene. "Ahora que se van no quiere saber nada de un convenio que llevan más de dos años sin querer firmar", recordaba ayer Benedicto Peláez, delegado de Comisiones Obreras. Los trabajadores tenían un acuerdo sobre su convenio con la anterior concesionaria, Imesapi, que no llegó a registrarse por el cambio de empresa. Entonces la justificación era que no se quería dar a la nueva empresa una situación de hechos consumados pero se aseguró al personal que ese convenio se tramitaría. Nunca se hizo. Y ahora que se enfrentan a una nueva situación de cambio de empresa, los trabajadores no quieren que la historia se repita. "Porque entran o porque salen no firman el convenio, no puede ser", sentenció Peláez.

Su actual petición es un convenio a dos años con un incremento del 1,5 para 2017 y otro tanto para 2018. "El Ayuntamiento lo ve bien pero la empresa no lo quiere asumir. Ahora son ellos, Ayuntamiento y empresa, los que tienen la responsabilidad", sentenciaba el portavoz de los trabajadores tras mantener una reunión con todos los grupos políticos del Ayuntamiento. Todos les dieron su apoyo a partir de la intermediación del Ayuntamiento en el conflicto.

Además, los trabajadores ya alertan de que "sería un milagro con los plazos tan ajustados que hay aunque sabemos que van a la carrera con los pliegos" que el Ayuntamiento pudiera tener contratado a tiempo a la nueva empresa que debe hacerse con la gestión del servicio a partir de mayo. "No sólo es un pliego técnicamente muy complejo, también debe incluir nuestro convenio", concretó Peláez.