"No podía dormir, bajé las escaleras y maté a mi madre. Vine caminando para despejar". Con estas palabras confesó ayer a primera hora de la mañana su crimen el autor del parricidio de Monteana. Un joven de 32 años que acabó con la vida de su madre asfixiándola de madrugada. El gijonés acudió a la Comisaría de El Natahoyo a primera hora de la mañana. Los agentes del Cuerpo Nacional de Policía que le atendieron acudieron al domicilio familiar para comprobar la veracidad de lo sucedido. Hasta el lugar del suceso también acudieron funcionarios de la Guardia CIvil. Los agentes de la Benemérita se hicieron cargo de la investigación del caso. Los funcionarios investigan ahora las causas del suceso. Al parecer no hubo una discusión previa. El acusado tenía un síndrome psicoafectivo pero no tomaba la medicación

Está previsto que los forenses realicen a lo largo de la mañana de hoy una autopsia al cadáver de la fallecida para cerciorarse de las causas del fallecimiento. En cuanto fue escuchada la confesión, el detenido fue trasladado a los calabozos de la Comandancia de la Guardia Civil de los que está previsto que salga esta mañana para ser trasladado ante el juez de guardia.

En círculos próximos a la familia nadie se explica lo sucedido, pues en el vecindario aseguran que la noche del lunes no se escuchó en la vivienda discusión alguna. El parricida se quedó despierto hasta que tomó la decisión de acabar con la vida de su madre. Poco después de cometer el crimen decidió entregarse.Fuentes cercanas al caso aseguran que la familia se encuentra "destrozada" por un suceso al que no encuentran explicación.