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Los socios del Santa Olaya piden más horas de uso de la piscina y mejoras en el gimnasio

Los usuarios recomiendan al presidente que salga elegido el viernes abrir el club a nuevas disciplinas deportivas

Los socios del Santa Olaya piden más horas de uso de la piscina y mejoras en el gimnasio

Los socios del Club Natación Santa Olaya reivindican su espacio en las instalaciones de la entidad para poder disfrutar de la piscina durante más horas. Consideran que los cursillos, abiertos a personas ajenas al club, y los entrenamientos de los equipos de natación que compiten, copan la mayor parte del tiempo de uso de las instalaciones. Por eso solicitan al nuevo presidente, que será elegido pasado mañana en votaciones, que se cuide más la figura del socio y que se acometan algunas mejores en las instalaciones, como el gimnasio o la piscina exterior.

"Es casi imposible encontrar un horario para venir a nada porque la piscina está casi siempre saturada", señala María Victoria Álvarez, socia desde hace un cuarto de siglo. "Hay que cuidar más al socio", subraya a su lado Mari Carmen Alas, que lleva 20 años en la entidad, y que echa en falta un gimnasio más amplio en el que tengan cabido todos los socios: "Se necesita un gimnasio nuevo, pero que sea ya. Antes solía subir, pero ahora no, porque somos muchos y está masificado. No se pueden hacer muchos ejercicios".

Los socios elegirán este viernes a su próximo presidente entre dos candidatos. Por un lado Secundino González, presidente los últimos cuatro años, partidario de querer reformar los estatutos del club, con el fin de que la institución pueda crecer en otros deportes. Y por el otro María Luisa González, que indicó el pasado sábado que su objetivo era "volver a ser un club para sus socios, no para usuarios". Las votaciones tendrá lugar entre las 10.00 y las 21.00 horas.

Amparo Fernández y Chema Barbao llevan tres décadas acudiendo a la piscina y también se encuentra con la misma problemática. "Al final se valora más lo de fuera que lo de aquí. Hay muchos cursillos y tenemos muy pocas calles libres", indican antes de pedir que "las asambleas sean a horas más tempranas, porque las votaciones se producen a las dos de la madrugada y a esas horas no va casi ningún socio para tomar decisiones importantes".

Valentina Gómez lleva 34 años acudiendo al Club Natación Santa Olaya. Antes le gustaba madrugar para acudir a nadar, pero ahora se pasa por las instalaciones olayistas a media mañana. "El club va mejorando cada vez más año a año. Estoy muy a gusto, pero el problema es que nos tenemos que adaptar muchos al crecimiento que ha vivido el club y el problema es que a veces no cogemos todos", resalta antes de ahondar en la misma idea que otros socios: "Hay muchos cursillos y cada vez tenemos menos calles para nadar. La gente de fuera viene y se hace dueña de todo. Es verdad que se han puesto unas pantallas que te avisan de cuando está libre y puedes venir, pero no debería ser así. Si eres socio deberías tener disponibilidad máxima. Hay que mirar un poco más por el socio".

Los jóvenes, sin embargo, tienen otras preocupaciones. La piscina no es la prioridad para los usuarios en este rango de edad, que disfrutan más con el gimnasio, las pistas de pádel o la opción de que el club crezca hacia otros deportes. En este caso se encuentra Pablo Calleja, que lleva 22 años como socio de la entidad, y que es un habitual del gimnasio. "Se necesitan instalaciones más grandes, más maquinaria y que esté bien conservada la que se tenga", resalta antes de apuntar también que "estaría bien reformar la piscina exterior y tener una más moderna que la actual", y mostrarse partidario de abrir el club a otros deportes: "Me parece bien porque en mi caso llevo años sin meterme en la piscina".

Alejandro Prendes y Jesús Villamil tienen 27 años y llevan desde que nacieron siendo socios. Y también echan en falta un trato más cercano de la entidad con su masa social. "Hay veces que sientes que estás aquí y que miran solamente para los nadadores. Me parece bien que se cuide ese trabajo, ya que por algo el club es puntero a nivel competitivo. Pero los demás socios también existimos. Los que no somos nadadores de élite necesitamos que se nos mime un poco también", comenta Prendes. "Aquí se mira más por los de fuera que los de dentro. La diferencia al final son tres o cinco euros, y muchas veces compensa más venir de fuera, pagar por ese uso, que abonar una cuota y aparte las clases", añade a su lado Villamil.

Prendes resalta también que, como usuario del gimnasio, se necesita mejorar las instalaciones y pide también ampliar los vestuarios. Mientras que Villamil recuerda que "las máquinas del gimnasio se cambiaron hace cuatro años y no se hizo nada más y siempre prometen cambios, pero al final no se cumple".

Para Jorge Castro, que lleva una década en la entidad, y que acude para entrenar al pádel, la opción de abrir el club a otros deportes le parece muy importante. "Estaría bien contar con balonmano, baloncesto o el deporte que sea. Hay opciones como el pádel que cada vez tienen más adeptos, y que te los va imponiendo la sociedad. Me gustaría que el Santa Olaya fue más que un club de natación".

Por último, Emilio Amo, dos décadas ligado a la entidad, es partidario de mantener una línea continuista. "Para los que venimos poco el club está perfecto así; estoy contento con lo que se nos ofrece".

Pasado mañana habrá elecciones en Santa Olaya, y el nuevo presidente ya tiene algunos retos que afrontar: las demandas de los socios.

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