"Una persona buena, normal y cariñosa". Los siete hijos de Claudio Fernández Junquera recibieron en la tarde de ayer los primeros pésames de muchos amigos que se desplazaron en señal de duelo hasta la sala 8 del tanatorio de Gijón-Cabueñes donde se velarán hasta mañana los restos mortales del naviero gijonés y expresidente de la Cámara de Comercio de Gijón.

"Para nosotros no fue ni empresario ni presidente ni nada, fue un muy buen padre que nos enseñó a todos a trabajar y a ser responsables en la vida; era una persona normal que en estos tiempos no es fácil", describió ayer su hija Inés en representación de todos sus hermanos. Un recuerdo que tributó a su padre poco antes de que el párroco de San Julián de Somió, Luis Muiña, oficiase a última hora de ayer un responso en memoria de Claudio Fernández y que se desarrolló en la más estricta intimidad de sus hijos, nietos y amigos más próximos en el tanatorio.

Allí todo fueron buenas palabras y loas a una persona que siempre tuvo muy presente a sus amigos y a todo aquel que necesitara apoyo. La prueba de su disposición a prestar ayuda siempre estuvo presente, como recordaron ayer sus hijos. "Era una persona dispuesta a ayudar, siempre que podía intentaba buscar y dar trabajo para el que lo necesitase", añadió su hija María con el asentimiento de su hermana Inés.

En el plano más personal y cercano, Claudio Fernández Junquera "era muy hogareño, no hacía otra cosa que estar en casa con la familia y luego en el trabajo. Quiso mucho a su mujer, nuestra madre Maribel Marmiesse", apuntan sus hijas. La madre, Maribel Marmiesse, falleció el pasado año.

En los últimos tiempos disfrutó sobremanera de sus ocho nietos. Todos ellos "le querían mucho porque también fue un gran abuelo, en definitiva una muy buena persona que tenía a sus amigos y a su familia muy presente", aportó Inés Fernández.

La familia prefirió ayer tarde la intimidad, en las primeras horas de estancia en el tanatorio. Hoy se espera una gran afluencia de personalidades de la vida local y regional de distintos ámbitos para dar el último adiós a uno de los empresarios más destacados de las últimas décadas en Gijón, miembro también de dos sagas notables.