Desde este fin de semana, y hasta que finalicen las fiestas navideñas, ya comenzado el próximo año, el centro neurálgico de Gijón se traslada a los terrenos del Parque del Tren de la Libertad, popularmente conocido como el "solarón", donde se concentran las principales actividades de ocio del periodo navideño.

La instalación más imponente es la "Montaña de nieve", de una veintena de metros de longitud y un desnivel de otro tanto, por la que descienden los trineos neumáticos montados por los más pequeños, en ocasiones acompañados por sus progenitores. A su lado, se encuentra una gran bola navideña, dentro de la cual se pueden tomar fotografías. Y, a escasos metros, la gran atracción: una pista de hielo de más de medio millar de metros cuadrados en la que los más jóvenes y los no tanto disfrutan, algunos con más ganas que pericia.

"Sólo durante el viernes, ya tuvimos más gente que cualquier día del año pasado", analizó Ana Martín, trabajadora de la empresa granadina Multiocio, encargada de explotar las tres instalaciones. "El año pasado estábamos más alejados, pero esta edición, sólo con la gente que pasa, ya se animan muchos más", explicó Martín.

Precisamente, ésa es una de las iniciativas que los gijoneses más aplauden al consistorio: el traslado de las principales instalaciones de ocio desde los alrededores de la Plaza de Toros, donde estaban el año pasado, hasta el "solarón", en una zona mucho más céntrica. "El emplazamiento es mucho mejor, aquí está mucho más a mano, más cercano a la zona de compras, la gente lo podrá disfrutar más", aseveró José Ramón García, quien aprovechó la espléndida mañana del sábado para acudir a las instalaciones junto a su hijo Sergio.

Sin duda, los pequeños de la casa son los grandes protagonistas. "Este tipo de actividades son una gran idea, sobre todo ahora que comienzan las vacaciones de los colegios, para que los niños puedan disfrutarlo", aseguró Pablo Sánchez.

Sin embargo, las grandes instalaciones dedicadas al ocio no son las únicas que se llevan el aplauso de los gijoneses. La decoración navideña, a cargo de la empresa multinacional Blachere, cuya apuesta es "más sobria y elegante" que la de otros años, también se lleva aplausos aunque no tan unánimes. "La decoración me gusta mucho, me parece extraordinaria, original y divertida", enfatizó Miguel Fuentes, acompañado de sus hijos Gabriela y Miguel, "el árbol de navidad del 'solarón' es muy bonito, me parece perfecto que se utilice este tipo de espacios, como se hizo también en verano; a ver si los vecinos no se quejan", añadió.

Fuera del "solarón", los protagonistas son el enorme Papá Noel de la plazuela de San Miguel y el trineo y las bolas de navidad de la plaza del Parchís, donde los más pequeños se agolpaban para sacarse fotos. "A los niños les encanta esta decoración, hay colas en todos los adornos de este tipo", expresó Arancha Fernández, con su hijo en brazos. Si bien, Fernández hizo hincapié en que "si hubiera que poner alguna pega, quizás sería el solicitar al Ayuntamiento que dedique alguna partida presupuestaria a la iluminación navideña, para reducir el coste a los pequeños negocios", algo con lo que coinciden gran parte de los comerciantes, quizás los más disconformes con el alumbrado.

Las otras voces disidentes, acusan a los organizadores de hacer una instalación con colores menos festivos que en anteriores ocasiones y más pobre, sobre todo a medida que se alejan del centro de la ciudad. "La iluminación me parece más elegante que otros años, con tonos más blancos", aseguró Iñaki Iborra, "me gusta bastante, sobre todo por la calle San Bernardo o el Parchís, aunque yo soy muy navideño, y siempre me gustan", confesó sonriendo.

Es sabido que nunca llueve a gusto de todos, pero en líneas generales los gijoneses aprueban las iniciativas navideñas del consistorio para este año, que se podrán disfrutar hasta el próximo día 8 de enero.