Desde el pasado martes los expertos marítimos tienen constancia de la presencia de numerosos ejemplares de medusas de las dos especies del orden de las "Rhizostoma", tanto "Rhizostoma pulmo" como "Rhizostoma octopus", en la zona cantábrica. No obstante, sí sorprende que alguna de las medusas del enjambre apareciese en uno de los pantalanes del muelle de Gijón este sábado. Un hecho que provocó la sorpresa y el revuelo de los paseantes.

"Este año hemos tenidos varios casos similares con esta especie y ya el martes nos avisaron de avistamiento de numerosos ejemplares", señala Luis Laria, fundador de la Coordinadora para el Estudio de las Especies Marinas (Cepesma). A pesar de las frías aguas, si algún bañista se encuentra con ellas no debe temer nada. "No tienen mucho problema y no provocan urticaria", explica Luis Laria.

La medusa "Rhizostoma" se la conoce coloquialmente como la "aguamala", "aguaviva", o también "pulmón de mar". Tiene una umbrela blanca acampanada de hasta 100 centímetros de diámetro, con unos ribetes inconfundibles de color azul violáceo. Según Luis Laria, la más grande encontrada hasta el momento en el mar Cantábrico alcanzó los 65 centímetros de diámetro. Este tipo de medusa se alimenta de plancton y es más común encontrarla en el Mediterráneo aunque de un tiempo a esta parte se deja ver por el Norte.