La sala Aurora Vigil-Escalera ha querido reunir a algunos de los artistas figurativos más representativos de la galería (de la pintura a la escultura y la fotografía) para mostrar parte de la variedad estilística de la nueva figuración española. Ocho autores que ofrecen una consolidada trayectoria y que contribuyen, con las piezas aquí reunidas, a subrayar distintas maneras de entender la representación de formas desde las artes visuales.
Una riqueza que, en realidad, ha acompañado siempre al arte figurativo a lo largo de los siglos. La citada galería cierra el año con una exposición que tiene el atractivo de poner en relación a autores que, aun cuando comparten esa querencia figurativa, ofrecen propuestas muy diferentes en las que caben desde el humor o la ironía, hasta el realismo más contundente.
Los ocho artistas elegidos por Aurora Vigil-Escalera para ilustrar esa pluralidad de la figuración contemporánea española son: Rafa Macarrón, David Morago, Gonzalo García, Pablo Genovés, Jorge Hernández, Samuel Salcedo, Ismael Lagares y Javier Torices. Una buena ocasión no sólo para ver obra de artistas que vienen exponiendo en la citada sala gijonesa, sino también para ponerlos en relación y ver las soluciones que unos y otros aportan a esa pregunta que viene acompañando a la humanidad desde las cuevas paleolíticas: cómo representar lo que el ojo ve o cree ver.
La fotografía está representada en esta ocasión por las imágenes barrocas de Pablo Genovés. Técnicas digitales y pictóricas para advertirnos de la potencia de la naturaleza frente a la obra humana. Vigil-Escalera ha seleccionado también a tres escultores. Está el gijonés Gonzalo García, de quien aún se recuerda la exposición "Piescultus" que montó el pasado febrero en el Colegio de Arquitectos de Asturias. Hay también una muestra del humorismo de Samuel Salcedo, tan pegado a la condición humana, o del peculiar tratamiento tridimensional que da a la materia Ismael Lagares.
Hasta cuatro pintores tienen presencia en esta "Figuración contemporánea". Macarrón es otra de las apuestas mantenidas por Vigil-Escalera. Humor y onirismo son dos de las características de este autor que logra casi siempre pintar tan bien como los niños. Hay piezas, asimismo, de Jorge Hernández. Éste ofrece muestras de una pintura narrativa, próxima a veces a algunos ejercicios pop, que reviste siempre de una formalización muy personal mediante el tratamiento de los acrílicos y las resinas sobre tabla. El mundo animal centra algunos de los intereses pictóricos de David Morago, que trae aquí su enigmático mundo de cacatúas en plena naturaleza o el impresionante bisonte en una pieza de 180 por 240 centímetros. Y, por último, el hiperrealismo de Javier Torices, pintor de marinas en las que ofrece su exacto tratamiento técnico de la luz.
"Figuración contemporánea" tiene el interés de facilitarnos el reencuentro con autores que mantienen, desde el dominio de sus distintas disciplinas, una pasión mantenida por la indagación en lenguajes con gran capacidad inclusiva.
