La iluminación navideña de la ciudad ha sufrido varios sabotajes, o intentos, en poco más de diez días que llevan encendidas las luces. Unos ataques vandálicos que responsables de la empresa adjudicataria, Blachere Iluminación, tasan en casi 30.000 euros y por los que ya han presentado una denuncia en Comisaría.
Las primeras decoraciones en sufrir las tropelías fueron las bolas de Navidad que adornan la plaza del Parchís y de las que robaron buena parte de sus bombillas. Además de desperfectos tanto en el trineo como en el reno. Unos daños que se repitieron tanto el primer fin de semana de alumbrado activo como del segundo. Después vino el corte del cableado que sostiene en el aire las luces de la calle Corín Tellado y en último lugar el intento de quemar el Papá Noel gigante cuando aún estaba situado en la plazuela San Miguel. Un acto fallido al tratarse de material ignífugo pero que motivó daños por valor de 8.200 euros, según fuentes de la empresa. Este Papá Noel supone la última versión de esta creación en 3D que otros años ya visitó Gijón bajo la directriz de la misma firma.
No obstante, la filial en España de Blacher Iluminación está satisfecha con el trabajo realizado en su debut en Gijón al lograr un aumento de los dispositivos lumínicos en la ciudad con respecto a años anteriores. De esta forma, por ejemplo, de los 460 arcos trasversales que se instalaron en 2015, en 92 calles, se ha pasado a 534 en 138 emplazamientos de toda la ciudad. En total 921 dispositivos, todos ellos LED, entre arcos, farolas, árboles y figuras 3D. Y por un coste 70.000 euros inferior. Incluso se ha aumentado la duración de encendido hasta las 276 horas, entre el 2 de diciembre y el 8 de enero. Incluidos los dos carteles adicionales, cinco en total, de "Felices fiestas Gijón".
Iluminación de Cimavilla
La oferta presentada al concurso público contó con el beneplácito municipal para su instalación. No obstante, para satisfacer los deseos de los comerciantes, Blachere modificó varias de las propuestas iniciales, incluso movió más de 100 arcos trasversales una vez instalados y que no respondían a las expectativas de los comerciantes. "Siempre con el consentimiento del Ayuntamiento", inciden desde la empresa. Una decoración que "creemos que ha gustado pues es la primera vez que el tren que recorre todos los puntos con iluminación ha agotado sus billetes", estiman desde la empresa que este próximo fin de semana decorará, también de forma gratuita, varias calles del barrio de Cimavilla.
