El 28 de diciembre de 1981 el Protectorado de Fundaciones del Ministerio de Cultura reconocía, calificaba e inscribía a la Fundación Museo Evaristo Valle con el número 84 como fundación privada benéfico cultural. Era el día de los Santos Inocentes, pero la trayectoria del centro no ha sido ninguna broma: 35 años avalan ya el proyecto nacido del empeño de una sobrina del pintor, María Rodríguez del Valle, guardiana de la memoria del artista, y del tesón de Guillermo Basagoiti, escultor, descendiente de Valle y, a la sazón, director desde entonces del Museo.

Una trayectoria que no ha sido fácil pero que "en cierto modo nos ha ayudado; siempre hemos estado en crisis, con lo cual las dificultades que han asfixiado a otros, nosotros las hemos notado poco", bromea Basagoiti, quien define el proyecto como prácticamente "un ejercicio de supervivencia". Estos días el Museo está inmerso en las celebraciones de aniversario, muy musicales y, como apunta Basagoiti, reivindicativas.

El próximo día 30 tendrá lugar el concierto oficial conmemorativo del 35 aniversario de la constitución de la fundación, a las siete y media de la tarde. Los protagonistas serán Natalia Lomeiko (violín), Yuri Zhislin (violín / viola), Oleg Lev (viola) y David Cruz (violonchelo). El programa lo integran el divertimento en mi bemol mayor para trío de cuerda de Mozart, el trío de cuerda en Mi bemol mayor de Schubert, el nocturno del cuarteto de cuerda nº 2 de Borodin, la elegía y polka de Schostakovich. Las entradas cuestan 15 años y el aforo es limitado.

Con ello, los rectores del Museo quieren poner el broche de oro a un ciclo musical que ya lleva en marcha un par de semanas, y que ayer mismo deleitó a los asistentes con un recital de música francesa para clarinete y piano con composiciones de Saint Saens, Messager, Debussy, Chausson y Fauré. "La misma música que debió escuchar Valle en su estancia en París", reflexiona Guillermo Basagoiti.

A la música se une la petición, porque el objetivo del museo es "mantenerse, que no es poco, seguir organizando cosas y trabajando en proyectos como nuestro departamento de programas educativos que ha sido pionero", señala el director. Y para todo ello lo que se necesita es "financiación, ayuda económica". Amén de que "la Administración tome conciencia de lo que somos y lo que hacemos", habida cuenta de que "hace ocho años que no recibimos ayudas", lamenta Guillermo Basagoiti.

Los nuevos tiempos mandan y las formas se acomodan a ellos. La Fundación Museo Evaristo Valle tiene en marcha un proyecto de microfinanciación, con mecenas que puedan colaborar como "amigos del museo" con una cuota anual. Y con el objetivo de siempre: conservar y divulgar el legado de Evaristo Valle desde la singular finca de Somió en la que se respira arte.