Soy militante de izquierdas de toda la vida, uno de los gijoneses que se alegró enormemente al conocer el resultado de las pasadas elecciones municipales, ganadas por la izquierda. Muchos nos hicimos la ilusión de que los tres partidos "izquierdistas" de esta ciudad iban a ponerse fácilmente de acuerdo para desbancar a Foro del poder municipal, pero nuestro gozo cayó en el pozo de la falta de entendimiento de unos representantes políticos que antepusieron sus intereses particulares a los de un votante que dio mayoritariamente su apoyo a la izquierda. Va pasando el tiempo, no se pudieron de acuerdo y ahora la moción de censura es una utopía inalcanzable. Unos y otros -pero sobre todo unos, los que van de morado- se han dedicado a poner pegas a la posibilidad de que Gijón volviera a estar al mando de un alcalde de izquierdas.
Pero lo que más molesta y más doloroso resulta, además de ser intolerable para personas que, como yo, pertenecemos a una ideología cercana a la suya, es que Xixón Sí Puede e Izquierda Unidad vayan a abstenerse en el Pleno municipal que se celebra esta mañana en dependencias municipales para que Foro saque adelante sus cuentas presupuestarias para el año próximo. Esa decisión es vergonzosa, por mucha renta social que dicen que van a conseguir arrancar a los foristas. Y que no tengo claro que la consigan a fin de cuentas, dada la habilidad de la señora doctora Moriyón y sus secuaces para saltarse a la torera los acuerdos plenarios que no les interesan.
Tomás de la Calle
