Todos los servicios del Albergue experimentan una alta demanda. Otro de los más utilizados son los centros de baja exigencia, tanto el diurno como el nocturno, con un aforo de 48 personas y 18, respectivamente.

En los días de ola de frío las plazas del centro nocturno se incrementan hasta 20 para poder dar acogida a más personas en momentos de mayor vulnerabilidad. La ocupación del centro nocturno ronda las 16 plazas normalmente, completándose el aforo hasta un máximo de 20 cuando las condiciones meteorológicas son más adversas. El aforo del centro de día se completa normalmente y sobre todo los domingos. La capacidad del centro de noche se completa puntualmente en el mes de diciembre de debido a las fiestas o a las condiciones meteorológicas.

A ello se suman otros servicios como el de lavandería, duchas y aseo, que realiza una media estimada de 400 servicios al mes, poniendo además a disposición de los usuarios todo lo que puedan necesitar para una correcta higiene personal, como gel, cepillos de dientes, maquinillas de afeitar o útiles de higiene íntima.

El servicio de ropería efectuó su máximo de donaciones el pasado mes de septiembre, con 346 usos, mientras que en enero apenas se llegó a 174. El servicio funciona gracias a la colaboración de voluntarios que se encargan de seleccionar y ordenar la ropa para ofrecer la que se encuentra en mejor estado a quienes lo necesiten, habida cuenta de que muchos de los usuarios llegan con poca ropa y a veces con lo puesto, indican los responsables del Albergue. Uno de los objetivos es el de normalizar su aspecto personal, para lograr una mejor inserción.