La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

MIGUEL MARINERO | Diseñador de moda, presenta hoy una exposición en la Laboral

"Desde el momento en que concebí mis prendas, las vi como si fueran esculturas"

"En cuanto llegué a Asturias me enamoré y ya no quise ir a otro sitio; cuando estoy fuera la echo en falta"

Miguel Marinero da los últimos retoques a la colección. ÁNGEL GONZÁLEZ

Miguel Marinero (Madrid, 1947), es uno de los grandes nombres de la moda en este país. Diseñador, coreógrafo, creador, peletero, es uno de los habituales de las grandes pasarelas nacionales e internacionales. Esta misma tarde, inaugura en la Iglesia de la Laboral la exposición "Del artista, del arte y del territorio", una reinterpretación de la obra de Agustín Ibarrola, con el sello personal del madrileño, extrapolando la obra que realizó el artista vasco en la escollera de Llanes a sus diseños de moda.

-¿Cómo surgió este proyecto?

-Esta exposición se creó hace ya 12 años, en el 2004. Yo tengo una casa en Llanes y paseando todos los días por las escolleras veía trabajar a Agustín Ibarrola en sus Cubos de la Memoria, hasta que un día me acerqué y le dije que quería ver un poco lo que hacía, acercarme un poco más a sus colores, para poder hacer algo que se viera vinculado con la moda. Ahí nació una gran exposición en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, con un gran éxito y repercusión internacional, ya que coincidió con en el tiempo con la finalización de la primera parte de los cubos de Ibarrola y, además, la boda del Príncipe de Asturias, con lo que se puso el Principado en el mapa del mundo entero. Fue algo espectacular, un proyecto hecho con mucho cariño, respetando la idea original del autor.

-¿Cómo ha cambiado su obra en estos 12 años?

-Es una exposición que nunca he puesto a la venta. Sufro cuando voy y veo que la obra de Ibarrola es efímera, se está desgastando, pero no creo que se esté perdiendo, sino que la veo de una manera diferente. Sin embargo, cuando recupero esta exposición una década más tarde me enorgullece ver que está como el primer día, y cada año la hacemos más importante, más grande. Siempre intento renovarla, en esta ocasión con la colaboración de los diseñadores jóvenes de ADYMO, que son capaces de hacer increíbles joyas, tocados, textil? Es un orgullo poder compartirlo, desde aquel 2004 en el que yo quería poner tacones a aquellas escolleras y ahora, que no para de crecer y hacerse más importante, apoyando de paso a la moda asturiana.

-¿Y por qué Gijón?

-Fue consecuencia de una visita del Director General de Turismo y Comercio del Principado a la exposición que hicimos en Madrid. Vio la exposición, le encantó y me invitó a hacerla aquí. Estuvimos varios meses eligiendo espacios hasta que vimos esta iglesia que nos enamoró, es un enclave como para hacer un gran desfile de alta costura.

-¿A cuándo se remonta su relación con Asturias?

-Allá por 1975, cuando mi suegra me decía: "vete a Asturias que te va a encantar". Y yo, por llevarle la contraria, no lo hacía. Evidentemente, tenía razón. En cuanto llegué, me enamoré y ya no quise ir a otro sitio. Mi cariño por el Principado llega al punto que cuando me preguntan por dónde quiero presentar mis colecciones, siempre digo París, Londres, Nueva York? y en alguna ocasión se me escapó también Llanes. Cuando estoy fuera lo echo en falta, me encanta la región, la gente y la buena vida del Norte.

-¿Cómo es hacer arte de algo aparentemente tan insulso como unas escolleras?

-A mí me encantaba el color. Yo tenía un barco en aquella época y salía a pescar y veía aquel hormigón que es muy tendencia con toda esa gama cromática, el agua rompiendo, un color por el día, otro al amanecer, otro cuando llueve. Ahora todo eso vuelve en las grandes colecciones: color, cubismo, esas formas y esos recursos. Por eso decidimos volver a resucitarlo, y está teniendo una gran aceptación.

-¿Y cómo es transcribir la obra de Ibarrola al textil?

-Mi intención era levantar cada arista de los cubos y con ello confeccionar mis diseños. A partir de ahí hice los trazos, los colores, las pinturas con las que colorear el cuero y el ante, que tuve que ir a París a por ellas, o usando líneas circulares, que él no utilizaba. Fue un proyecto complejo, en el que estuve más de un año trabajando yo solo, disfrutándolo. Ibarrola me ayudaba, explicándome cada color. Cada vez que recupero esta colección me vienen muy buenos recuerdos de Ibarrola, con su txapela, o de los jóvenes artistas que me ayudan haciéndola crecer con sus diseños. Trabajar con ellos, con su ilusión, adaptando sus visiones a las mías, es otra parte realmente divertida.

-A fin de cuentas, una mezcla en sintonía entre moda y tradición.

-Eso es. La colección ha dado un giro de 360 grados desde 2004, incluyendo por ejemplo vestidos de neopreno que está de súper moda y muy unido también a la mar. Pero a su lado, podemos encontrar un traje tradicional llanisco o una pieza con azabache. Esa es otra de las cosas que yo promociono siempre: el trabajo de la gran cantidad de artesanos y artesanas, que siempre me gusta utilizar en algunas de mis colecciones. Esos bordados a mano que van pasando de generación en generación, que perfectamente puede incluirse en un traje de alta costura.

-En esta exposición se observa otro contraste más, entre escultura y moda. ¿Tienen cabida juntos?

-Cuando concebí estas prendas, nunca pensé que se iban a poner, nunca han desfilado. Desde el principio yo las veía como una escultura, en el hall de una casa, sobre un busto, por ejemplo. Me gusta como decoración en una casa moderna, rompedora.

-¿Qué historia le cuenta a la gente que entra a ver esta muestra?

-Me gusta contar que aquí hay multitud de memorias que pertenecen al concejo de Llanes, cada una con su historia propia. Unas gaviotas que son un trampantojo, unas uvas que recuerdan a aquellas parras, los limones que se exportaban, un animal sacado de un capitel del románico, un friso que un indiano puso a imagen y semejanza de la casa que tenía en Sudamérica, o un abrigo de cordero con el Ídolo de Peña Tú dibujado. Cada objeto tiene su historia.

-¿Cuál ha sido la clave de su éxito a lo largo de su carrera profesional?

-El tesón, el trabajo, la voluntad, las ganas de hacer lo que realmente me gustaba, pasar una crisis y volver a levantarme y ser honesto conmigo mismo.

-¿Hacia dónde encamina su futuro?

-Tengo a mi hijo y a mi hija que aseguran la continuidad, yo ya he vivido el mundo de la moda intensamente. He sido diseñador, empresario, coreógrafo. Ahora me gustaría parar pero, ¿qué voy a hacer?, ¿ir a ver cómo rompen las olas contra los cubos en Llanes? Aun tengo más proyectos y más guerra que dar.

Compartir el artículo

stats