El juzgado de lo penal número 3 de Gijón, acaba de condenar a un año y medio de cárcel al santero cubano y al agente inmobiliario a los que se acusaba de estafa. El magistradoestima que ha quedado probado cómo ambos imputados se pusieron de acuerdo para vender a un hombre un piso que tenía cargas fiscales pendientes. La Agencia Tributaria le llegó a pedir al denunciante más de tres millones de euros para cubrir los impuestos que el santero no había abonado cuando heredó el inmueble.

A pesar de que el procesado ya se sentó antes en el banquillo de los acusados por hechos similares, ésta es la primera vez que los tribunales encuentran suficientes indicios para condenar al santero Camilo P. V.. contra en el que en esta ocasión pleiteaban los abogados Francisco Pérez Platas y Marta Fernández Fernández.

Durante la vista oral del juicio, tanto el cubano como su presunto cómplice negaron ser los autores de la estafa que se les imputaba y que había tenido lugar en el año 2012. El principal imputado había adquirido el piso en cuestión gracias a la herencia que le dejó una acaudalada farmacéutica gijonesa, María del Carmen Repesa. Gracias a este legado el ahora condenado se hizo con bienes valorados en casi cuatro millones y medio de euros. El problema es que la mujer falleció en Cuba en la noche de bodas por lo que el matrimonio nunca llegó a ser reconocido en España. Esto hizo que, una vez anulado el enlace, el impuesto de sucesiones se multiplicara al pasar el acusado de heredar como marido a hacerlo como amigo.

"Cuando heredé los pisos pagué los 750.000 euros que me pedían desde el Principado por el impuesto de sucesiones, luego no supe más. Le di el inmueble al agente porque tenía deudas con él", aseguró durante su turno de intervención ante el tribunal Camilo P. V. Sus argumentos, sin embargo, no convencieron a los magistrados.

"Engaño bastante"

Los jueces consideran que tanto el acusado como su compinche "conocían desde un principio la existencia de los problemas de la liquidación del impuesto de sucesiones". De hecho el tribunal cree que los dos procesados se deshicieron del piso para "evitar el pago" de los impuestos y que en este caso "concurre engaño suficiente y bastante". En concepto de responsabilidad civil el santero cubano y el agente inmobilario deberán indemnizar conjunta y solidariamente a la víctima en la cantidad que haya sido reclamado por los servicios tributarios del Principado en función de los impuestos que estaban pendientes de pagar en el piso situado en la calle Celestino Junquera de Gijón.

Contra esta sentencia aún cabe interponer recurso ante la sección octava de la Audiencia Provincial de Asturias. La Fiscalía pedía una condena para el principal imputado de tres años y medio de cárcel. La acusación particular, ejercida elevaba esta petición hasta los cinco años de privación de libertad.