El traslado del endocrino del Hospital de Jove, el doctor Alfonso López, a su nuevo destino en el Álvarez-Buylla de Mieres, ha dejado sin médico a decenas de pacientes de la zona oeste de Gijón, y ha ocasionado además el caos en el servicio de Endocrinología del Hospital de Cabueñes, al que se han empezado a derivar a los pacientes.

El cambio de destino del doctor, que ha pasado a ocupar su plaza del Sespa en Mieres a principios del mes de diciembre, se hizo sin un recambio previo, con lo que los pacientes, en su gran mayoría enfermos de diabetes, se han quedado sin consulta. Una situación que, como señala el comité de empresa, ha generado un problema asistencial.

Así, los pacientes con medicación fija han pasado a ser atendidos por personal de enfermería, mientras que las consultas están empezando a ser derivadas al Hospital Universitario de Cabueñes. En las últimas semanas muchos usuarios comenzaron a recibir cartas en las que se les anunciaba la suspensión del servicio de Endocrinología, Diabetes y Nutrición en Jove de forma temporal y su derivación al otro hospital gijonés sin fecha todavía para sus consultas y revisiones.

En los últimos días los pacientes ya están empezando a recibir citaciones en Cabueñes, si bien las consultas menos urgentes están siendo organizadas para mediados del año que viene. "La lista de espera es muy larga, y la situación nos parece muy grave", denuncia la presidenta de la Asociación Asturiana de Diabéticos, Covadonga García. "Hay malestar entre los socios que acuden a Jove, porque se trata de un área que atiende a mucha población y derivarlos a todos a Cabueñes supone un problema", defiende la presidenta de la asociación, quien señala cómo el tiempo de espera llega en algunos casos "hasta medio año, cuatro o cinco meses tranquilamente según denuncian los socios".

El problema radica, como señala el comité de empresa, en dos cuestiones fundamentales: la escasez de endocrinos y la falta de interés por pedir el traslado al Hospital de Jove. "El tiempo trabajado en este hospital no puntúa igual que en otros hospitales, así que lo normal es que la gente no quiera venir", razona Alberto Riera, presidente del comité de empresa de Jove. A ello se suma el hecho de que "es una especialidad en la que no hay muchos profesionales, ni siquiera en Cabueñes el servicio funciona con holgura porque el personal en este área es el justo, especialmente tras la marcha de varios profesionales al Hospital Universitario Central de Asturias", aseveran los representantes de la plantilla médica.

En los últimos días la gerencia ha estudiado varios perfiles para incorporar cuanto antes a un endocrino que asuma una consulta por la que, en los siete años de ejercicio de Alfonso López, pasaron cerca de 55.000 personas. Por el momento aún no se ha tomado una decisión, aunque el comité de empresa espera que a principios del año que ahora comienza cuando el servicio pueda empezar a funcionar con normalidad para evitar que los pacientes tengan que soportar largas listas de espera al ser derivados a Cabueñes.