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Las voces de la realeza

Una desbordada iglesia de San Lorenzo aplaudió al Orfeón Gijonés y al Coro Mixto Reconquista en una brillante Gala de Reyes con Mateo Bullón en el recuerdo

Los integrantes del Orfeón Gijonés y el Coro Mixto Reconquista, en una actuación conjunta. ÁNGEL GONZÁLEZ

La tradicional Gala de Reyes, "Memorial Mateo Bullón", se celebró anoche en la iglesia de San Lorenzo, ante un público que desbordó el recinto. No faltó nadie a una cita que ha tenido momentos gloriosos. Así, el presidente y vicepresidente de la Federación Coral Asturiana, Santi Martínez y Ángel Iglesias, respectivamente, no quisieron perderse un acontecimiento que, sobre el papel, contaba con muchos atractivos.

Antes de iniciarse la audición le fue entregada a don Emilio, párroco de San Lorenzo, una placa conmemorativa, en agradecimiento por su colaboración. El primero en actuar fue el Orfeón Gijonés, un clásico en esta gala, aunque ha sufrido notables cambios. Lo dirigió su titular, Pablo Camblor. Interpretaron dos canciones, "Ay linda amiga", y "Si la nieve resbala", en una versión muy original. Fue la única oportunidad de valorar este conjunto ya que en el resto del concierto permanecieron unidos al Coro Mixto Reconquista.

Fuera de programa nos sorprendió la actuación de cuatro niñas y un chico, cantando un villancico, dirigidas por Ángel Gallego, un músico que según los entendidos sabe sacar a las voces de los niños, lo mejor de sus posibilidades. Buena prueba de ello fue la magnífica versión que ofrecieron.

El Coro Mixto Reconquista es una sólida y amplia formación, veterana ya en su trayectoria, pese a crearse en 2009. Interpretaron otros dos títulos, "Señor me cansa la vida", muy bien empastados, con la sensibilidad requerida por esta obra que es casi una oración. Seguida del Ave María de Arcadelt.

Unidos el Orfeón Gijonés y el Coro Mixto Reconquista, su sonoridad fue impresionante. Previamente se rindió un pequeño homenaje a Margarita Bueno Tabernero, viuda de Mateo Bullón, con la entrega de un ramo de flores. Los títulos interpretados por ambas formaciones fueron "En la más fría noche", "Adeste Fideles" y el obligado "Noche de Paz". Muy aplaudidos.

La sorpresa de la noche la protagonizaron nueve músicos; trompeta, dos saxofones, clarinete bajo, flauta travesera, tres clarinetes y percusión. Para ofrecer tres fragmentos de la ópera Carmen, de Bizet, entre ellas la célebre habanera.

Al final todos a escena, cantantes y músicos, para deleitarnos con una selección de zarzuela. De "El Barberillo de Lavapiés", la introducción y la "Canción de la paloma"; de "Gigantes y Cabezudos", el Coro de Repatriados, "se refiere a los que venían de Cuba" me apuntó Ángel Iglesias. De "El rey que rabió", el "Coro de Doctores", siempre tan divertida, y por último, "La playa moza", de Sánchez Peña. Para rematar no hubo propina pero el respetable fue invitado a entonar junto a los dos coros, el Himno de Covadonga. Puestos en pie, sonó como nunca; habrá llegado muy alto.

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