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"Necesitamos con urgencia informáticos", claman las empresas tecnológicas

Las compañías TIC piden un pacto entre Universidad y Principado para impulsar la formación de profesionales ante la "altísima" demanda

Una actividad de programación llevada a cabo en la Politécnica. ÁNGEL GONZÁLEZ

Es un campo con salida laboral garantizada, en el que las compañías se pelean por sus servicios y donde la estabilidad de futuro está garantizada. Y aún así, no hay profesionales suficientes. Es más, hay muy pocos y las empresas ya han dado la voz de alarma: se necesitan urgentemente ingenieros informáticos.

La escasez de este tipo de perfiles es algo que preocupa y mucho al tejido empresarial asturiano, especialmente en aquellas compañías de base tecnológica que aspiran a crecer a corto plazo y necesitan especialistas en informática que realizan diversas tareas adaptadas a las actividades de cada empresa. Y ocurre tanto en las compañías de tamaño mediano como en las más grandes, que empiezan a buscar ya ingenieros informáticos fuera de Asturias. "Al final nos peleamos entre nosotros por los mismos profesionales", lamenta Marián Hurlé, responsable de Recursos Humanos de Divisadero, la consultora con base en Gijón que ayuda a las empresas a transformarse en organizaciones más eficientes y competitivas con la ayuda de los datos. "Hay muy pocos ingenieros informáticos, las promociones son muy pequeñas y al final en una región como Asturias competimos entre nosotros por hacernos con estos profesionales, lo que empieza a suponer un problema serio a las empresas", resume Hurlé.

La escasez de ingenieros de esta rama está empezando a tener, además, otras consecuencias inmediatas en lo económico, toda vez que "los pocos que hay son conocedores de la situación y nos exigen unos salarios muy altos, podemos decir que se está creando una burbuja digital fruto de que todas las compañías buscamos lo mismo", apunta la responsable de Divisadero. Un problema que, además, se agrava por el hecho de que "quienes están estudiando ingeniería informática encuentran trabajo antes de acabar la carrera, y muchos chavales de la generación Millenial deciden vivir una temporada fuera de España, con lo que la situación para nosotros se complica todavía más", afirma.

Varias empresas asturianas han mantenido reuniones en los últimos tiempos para poner el problema sobre la mesa, porque "a todas nos pasa lo mismo". Así, han empezado a sentar las bases de una estrategia para el futuro en la que "debería implicarse a más agentes", especialmente a la Universidad. Tal y como señala la responsable de Recursos Humanos de Divisadero, "deberían echarnos una mano, creemos que los números clausus deberían desaparecer en esta titulación para que entraran en Ingeniería Informática el mayor número posible de alumnos", razona la compañía.

Porque, entre otras cosas, la escasez también pasa una factura económica para retener a los escasos profesionales con que cuenta hoy en día la región en comparación con la altísima demanda. "En los últimos tiempos nos hemos visto obligados a poner en marcha políticas de retención que cuestan un dinero a la empresa; se trata de que los ingenieros estén a gusto en la compañía porque cada semana a los nuestros les llegan nuevas ofertas de empleo. Necesitamos contar con ellos, y eso se traduce en desarrollar dinámicas atractivas, mejorar el entorno... y todo cuesta". Para Marián Hurlé "se trata de una cuestión estructural" que está derivando en "un problema muy grave" que puede llegar a lastrar las posibilidades de crecimiento futuras de las compañías con base en Asturias.

"Estamos tirando hasta de los que no han llegado a acabar la carrera porque al fin y al cabo algún conocimiento e interés en la materia tendrán y podemos contar con prepararlos y enfocarlos hacia el trabajo que hacemos en la compañía", confiesan en Divisadero.

Otra de las que se enfrenta a ese mismo dilema es Intermark, una compañía que trabaja en el ámbito de la economía del conocimiento, el desarrollo y la innovación. "Son muy pocos los estudiantes que acaban la Ingeniería Informática y eso es grave para las empresas como la nuestra", explica Natalia Quintanal, del departamento de Gestión de Personas y Desarrollo del Talento.

La escasez es tan grande que se nota incluso en los módulos de Formación Profesional en este campo. "Nosotros gestionamos prácticas con estudiantes de esta rama, pero tampoco hay gente; los alumnos dejan los estudios a la mitad y eso nos obliga a buscar gente fuera del Principado", lamenta Quintanal. Y todo ello cuando la oferta de trabajo en este tipo de compañías en pleno crecimiento es "muy estable, con posibilidades de seguir formándose dentro de la propia compañía para desempeñar las labores que nosotros realizamos. Buscamos perfiles para trabajar con ellos desde los inicios, para darles una formación personalizada porque queremos que se queden en la plantilla; estamos en un momento de crecimiento estable y sostenido y necesitamos este tipo de trabajadores", afirma con rotundidad la responsable de Intermark.

Las empresas del entorno de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) han empezado a pedir que tomen conciencia de la situación tanto la Universidad como el Principado, de modo que "se ponga en marcha una estrategia entre todos para paliar esta situación".

Desde la óptica de la Escuela Politécnica de Ingeniería la cuestión reside, como resume el director, Juan Carlos Campo, en "la alta tasa de abandono", que hace que de las 120 plazas que cada nuevo curso se llenan de estudiantes en esta rama, sólo acaben los estudios "menos de la mitad, y hasta menos incluso". Para aumentar el número de graduados sería importante "que las mujeres se sumaran a una disciplina que aún sigue siendo mayoritariamente masculina, y en la que paradójicamente les está yendo mejor a las chicas que acaban que a los chicos".

Campo resalta el hecho de la llamada "industria 4.0" está tirando mucho de estos profesionales. "Todo pasa por la informatización de la industria", apunta el director de la Politécnica, que ve cómo "todas las semanas sin excepción vienen a nosotros empresas a pedir y casi hasta suplicar que les enviemos estudiantes y recién graduados, porque los necesitan de manera urgente". Tanto que "les sirven hasta los que aún no han terminado la carrera", en un momento en el que "la evolución del entorno nos dice que estamos ante un crecimiento consolidado".

Un problema que, bien enfocado, puede convertirse en una oportunidad para muchos.

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