El falso revisor de la luz acusado de asaltar 23 pisos en Gijón en poco más de año y medio aceptó ayer una condena de 17 meses de cárcel tras reconocerse autor de los delitos que se le imputaban. El abogado del reo llegó a un acuerdo con el representante del ministerio público, que en principio solicitaba una condena de cuatro años de privación de libertad. Durante el juicio que se celebró a primera hora de la mañana en el juzgado de lo penal número 1 de la ciudad, el compinche del principal imputado -acusado de participar en al menos 12 de los hurtos registrados-, aceptó una condena de un año de privación de libertad.

Los hechos que acaban de ser clarificados en sede judicial tuvieron lugar entre los meses de mayo de 2013 y noviembre de 2014, tal y como relataba el representante del ministerio público en el escrito de conclusiones provisionales presentado en el juzgado y aceptado en la mañana de ayer por el imputado. Además de los robos en viviendas de personas de avanzada edad al procesado se le acusaba de apoderarse de un bolso y un teléfono móvil en dos supermercados.

El presunto ladrón accedía a los domicilios "simulando ser empleado de compañías eléctricas o de seguros para tratar sobre supuestas fugas de agua". El "modus operandi" del reo era siempre el mismo. "Una vez que se le permitía el acceso a los pisos el delincuente pedía que le enseñaran recibos de la luz o el gas o alguna estancia concreta del piso, con la excusa de efectuarles alguna oferta o realizar algún trámite en relación con el servicio de suministro contratado en la vivienda", tal y como relató la Fiscalía. El presunto ladrón aprovechaba la ausencia de sus víctimas para robar lo que hubiera de valor en la casa. Joyas y aparatos tecnológicos que luego revendía en tiendas de compra y venta de objetos de segunda mano.

La Fiscalía asegura que el ahora acusado cometió los tres últimos robos poco después de salir de prisión. Actualmente el hombre se encuentra en la cárcel de Tenerife cumpliendo una condena por otros hechos similares. En el proceso de ayer el acusado fue defendido por el abogado gijonés Julio Pedro Rodríguez Rodríguez mientras que el compinche contó con el asesoramiento del letrado Alberto Flórez Díaz.