El pozo de tormentas del parque Hermanos Castro no sale de su estancamiento. Se trata de un proyecto de gran relevancia para la cuenca este de la ciudad que se remonta a 2011 y que no para de recibir reveses. El último se trasladó al consejo de administración celebrado ayer en la Empresa Municipal de Aguas (EMA), en el que su gerente, Vidal Gago, pidió que le facultasen para cambiar nuevamente los pliegos para la licitación del pozo de tormentas. Será la tercera vez que éstos sufran modificaciones.

La historia de este proyecto es larga. En 2011 se licitó por primera vez su redacción, adjudicada el 29 de diciembre. A partir de ahí, poco o nada salió bien. Errores en su redacción hicieron imposible que la empresa que resultó adjudicataria de la ejecución del pozo de tormentas, FCC, asumiese los trabajos por el precio del contrato. El gobierno local de Foro tuvo que rescindirlo asumiendo una indemnización a FCC de 152.143,22 euros.

Entretanto, se ejecutó el costoso proyectó del colector de Viesques, cifrado en más de nueve millones de euros. Una instalación que carece de utilidad mientras no entre en servicio el hasta ahora fallido pozo de tormentas del parque Hermanos Castro. Un proyecto que siguió acumulando retrasos tras la rescisión del contrato con FCC.

El 25 de mayo de 2016 se aprobaron nuevos pliegos para el diseño del depósito junto a El Piles. Pero no serían los definitivos, ni mucho menos. El 27 de septiembre se desistió de la contratación con esos pliegos y, de nuevo, éstos fueron modificados introduciendo criterios diferentes en el precio. Se creía que la EMA podía aportar una documentación técnica que abarataría la redacción del proyecto. Sin embargo, se percataron de que la propiedad de esos documentos "no es tan clara" y su entrega podría dar lugar a reclamaciones por parte de FCC.

Siguió así el tortuoso camino de un proyecto que se le atraganta a Foro. La EMA está pendiente de una reunión con FCC para discutir la propiedad de cada uno de esos documentos técnicos. Y, además, quiere cambiar, de nuevo y por tercera vez, los pliegos de licitación de la redacción del proyecto. En esta ocasión se trata de la modificación de unos artículos, algo para lo que facultó ayer el consejo de administración al gerente, Vidal Gago.

Es decir, en las próximas semanas, y después del citado encuentro con FCC, Gago trabajará en las modificaciones para una licitación que no para de acumular retrasos. El pozo de tormentas es un proyecto relevante para la cuenca este, aunque su funcionalidad también está vinculada a que entre en servicio la depuradora de El Pisón, también estancada. Aún así, el depósito puede servir, por ejemplo, para aliviar crecidas del río Piles.

Al otro lado de la ciudad, en la cuenca oeste, esperan con urgencia otro pozo de tormentas, el de El Arbeyal, que supuestamente evitará las inundaciones ocurridas en jornadas lluviosas en el barrio de La Calzada. En este caso, la redacción del proyecto ya está adjudicada, pero la EMA reconoció que la licitación -en la que se introdujeron nuevos criterios para evitar bajas económicas excesivas- "no ha sido del todo satisfactoria". De ahí otro motivo por el que han querido volver a cambiar los pliegos para la redacción del proyecto de Hermanos Castro, para evitar con mayor celo bajas económicas respecto al presupuesto inicial. "El ahorro de unos pocos miles de euros en la redacción de proyectos como éste puede convertirse en un problema de mucha mayor dimensión a la hora de ejecutar la obra", reconocen desde la EMA.

Críticas socialistas

El PSOE, principal grupo de la oposición, lamentó ayer "la paralización" del proyecto de Hermanos Castro. "Han pasado cinco años desde que se licitara por primera vez y seguimos en el mismo punto de partida", criticó el concejal socialista César González, que añadió que "una obra que debería haber estado acabada en el pasado mandato, no lo estará ni siquiera en el actual, porque, como pronto, no veremos el pozo de tormentas hasta 2020". Y eso con las previsiones optimistas del gobierno local, que marca un plazo de 36 meses una vez empiece a redactarse el proyecto, punto al que ni siquiera se ha llegado, puesto que la licitación de la redacción del proyecto se cambiará ahora por tercera vez.