Las nueve trabajadoras de las cafeterías del campus de Gijón, ubicadas en el Aulario Sur y en la Escuela de Marina, inician hoy una huelga indefinida para denunciar la situación en la que se han visto sumidas tras el cambio de concesionario del negocio.

Las empleadas, muchas de las cuales se encuentran de baja por la "tensión" que denuncian vivir desde hace tres meses, llevan desde el pasado mes de octubre sin cobrar sus salarios, y "no parece que vayamos a cobrar nada ya", señalan las empleadas con impotencia. Porque, pese a que la Universidad inició hace unas semanas el expediente de rescisión del contrato del servicio, los trámites son lentos y no se prevé que haya una resolución "hasta finales del mes de marzo o principios del de abril", denuncian las mujeres.

A ello se suma las constantes confrontaciones que viven las empleadas con el nuevo concesionario, que ha llegado a trabajar de forma personal en la cafetería del Aulario Norte tras quedarse de baja por ansiedad las trabajadoras de este centro. La gota que ha colmado el vaso de la paciencia de las trabajadoras ha sido la intención expresada por el concesionario de aplicar un expediente de regulación de empleo "porque la plantilla es excesiva".

Por si fuera poco, las mujeres denuncian que desde el principio han sido víctimas de "acusaciones falsas", afirman, como las de quedarse con el dinero de la recaudación. Los nuevos responsables de la concesión no pagan a los proveedores con lo que "aprenas podemos servir un café a los clientes".

El aluvión de críticas por parte de los alumnos y el personal del campus no se ha hecho esperar, y las mujeres, respaldadas por los sindicatos, han decidido iniciar una huelga indefinida que arranca esta misma mañana. Las empleadas, además, protagonizarán una concentración de protesta ante las cafeterías que contará con el apoto de los estudiantes. Al menos, esperan poder cobrar alguno de los meses que se les adeudan y poder seguir trabajando en un puesto en el que algunas llevan 25 años.