"Ya que hay recursos suficientes que se apueste también por esas clases medias que son las que colaboran y hacen de colchón social de muchas familias". A partir de esta reflexión, el edil popular Pablo González, planteó ayer la posibilidad de incorporar al paquete de ayudas englobadas en el denominado plan de emergencia social-renta social municipal una linea de apoyo al pago de la plusvalía en el caso de que la imposibilidad de pagar ese impuesto pueda generar la pérdida de la vivienda a heredar. Siempre sea la vivienda habitual. "Cada semana hay diez gijoneses que renuncian a sus herencias por no poder pagar los impuestos", aseguró el edil gijonés. La plusvalía es uno de los pilares de los ingresos municipales. La previsión para este año es recaudar 16,5 millones.

González, quien definió la renta social que impulsa Foro tras su acuerdo con Xixón Sí Puede e IU como "un monstruo lleno de medidas demagógicas y populistas, reivindicó ese "guiño" a las clases medias tras defender como irreal "esa situación de extrema pobreza que nos quiere vender la izquierda radical. Puede haber casos, no lo niego, pero no es una situación generalizada". De hecho uno de los miedos del edil popular es que mucho de ese dinero quede sin gastar en "la hucha" de la Fundación Municipal de Servicios Sociales generando aun más remanente. "La idea inicial de renta se ha caído para no chocar con el salario social del Principado y ahora se opta por un modelo de ayudas finalistas pero creo que no todos los años uno tiene que arreglarse la boca y comprar una nevera", especificó el concejal.

El plan del gobierno local es establecer dos líneas de actuación. Quienes no reciben ninguna prestación de otras administraciones pero tengan un nivel bajo de ingresos podrían optar a una renta mensual de entre 89 y 250 euros según el número de miembros de la familia. Para quienes tienen ya el salario social habría ayudas concretas y puntuales.