En pleno proceso actual de una posible venta de terrenos del Club Hípico Astur (Chas) al Grupo -el enésimo intento de la entidad grupista por expandirse en ese suelo cercano a Las Mestas- se ha dado a conocer una sentencia que, si bien no afecta en principio de manera directa a las negociaciones actuales, sí se muestra muy dura en sus términos respecto al intento de operación entre Chas y Grupo que estuvo cerca de cuajar en 2015.

En el mes de febrero de ese año, la asamblea del club hípico, que se encontraba en concurso de acreedores, aprobó por ajustada mayoría (62 votos a favor y 54 en contra) su absorción por el Grupo a cambio de que éste asumiese la deuda de la entidad, que por aquel entonces estaba cuantificada en algo más de 1,6 millones de euros. Esa asamblea, que fue impugnada por un grupo de socios, ha sido ahora anulada por el juzgado de lo mercantil, que entiende que los socios votaron engañados, dado que la venta al Grupo que se sometió a aprobación asamblearia la administración concursal que regía el Chas era en realidad "una liquidación encubierta", y se enajenaba el total de la entidad, en favor del Grupo, presidido entonces por Enrique Tamargo, por un precio -el de la deuda del Chas- muy inferior a la tasación real del club hípico.

El juez, Rafael Abril, es tajante: "El Acuerdo en cuestión debe ser declarado nulo por fraude legal, al suponer una liquidación encubierta realizada al margen del procedimiento concursal en el que se hallaba inmerso el club demandado, habiéndose adoptado sin la mayoría legal y estatutaria establecida al efecto, con absoluta desinformación de los socios sobre el verdadero objeto de la asamblea general y del acuerdo que, finalmente, se adoptó". Establece así una crítica a la gestión de este asunto realizada por la administración concursal del Chas, que fue designada en su día por un juez y que estaba formada por la economista María Losilla y el abogado Joaquín de la Riva. Ambos gestionaron la asamblea en cuestión.

El juzgado de lo mercantil, que impone costas al Club Hípico Astur como demandado, sentencia así que lo que en la asamblea se aprobó como una venta al Grupo a cambio de hacerse cargo de la deuda acumulada era en realidad una "liquidación encubierta" de la entidad, y hace mención a las ventajas económicas para el Grupo que suponía la operación tal y como estaba concebida. "Tozudas son las pruebas documentales que permiten afirmar que el acuerdo de venta de activos se ha realizado en fraude de ley, con fines disolutorios y fraudulentos encubiertos", manifiesta el juez, que establece en "más de cuatro millones de euros" la diferencia entre el precio por el que se quería vender la entidad al Grupo según ese acuerdo (los más de 1,6 millones de deuda acumulada) y la tasación de todos los bienes del Chas que se realizó posteriormente, cuando la administración concursal y la junta gestora del club sí abrieron la vía de liquidación del club. Es decir, apunta a que el acuerdo asambleario anulado implicaba la liquidación de la entidad y, además, según él mismo, el Grupo pagaría una cantidad notablemente inferior al valor de los bienes del Chas.

Después de que se impugnase -a través del despacho jurídico de Alvargonzález Asociados- el acuerdo asambleario ahora anulado, la administración concursal del Chas abrió el proceso de liquidación a petición de una junta gestora establecida provisionalmente. Un movimiento también anulado judicialmente dado que tenía que haberlo pedido una asamblea de socios y no la junta gestora.

Situación actual

Finalmente, y ya bajo la presidencia de Jesús Kocina, el Chas salió del concurso de acreedores sin su liquidación ni su venta total al Grupo, sino a través de la enajenación de 19.000 metros cuadrados de sus terrenos a favor de la empresa Ganax a cambio de que ésta solventase el total de su deuda, que ya ascendía a 2,2 millones de euros. Con esta nueva situación, las negociaciones con el Grupo, que ahora preside Antonio Corripio, están ahora reabiertas y muy cercanas a concretarse en sus primeros pasos. Eso sí, el coste para la entidad grupista será notablemente superior al que se barajaba en el acuerdo ahora anulado, cuando el Chas vivía momentos de extrema urgencia, en pleno proceso concursal. A ello hay que añadir que el juez resta toda validez a la aprobación asamblearia de esa venta, a la que tilda de "liquidación encubierta".

Actualmente, el Grupo está muy cerca de concretar la adquisición de los 19.000 metros cuadrados de terrenos que son propiedad de Ganax y negocia la adquisición del resto de suelo a cambio de financiar el traslado del club hípico a un nuevo emplazamiento.