La cuestión es que durante el Pleno municipal que debatía los presupuestos, unos días antes, diez bomberos, entre ellos dos cabos, habían entrado en el Ayuntamiento (demandando mayores complementos salariales por toxicidad y peligrosidad) e incluso en el propio salón de sesiones. "Se les acusa de agresión a agentes de la autoridad y delitos de desórdenes públicos, y el alcalde dice que los sancionados podrían ser más de esos diez que ya tienen un expediente abierto".