La actividad solidaria y de concienciación de los jesuitas en Gijón sumó esta tarde una nueva celebración en torno a la sexta edición de la "Merienda solidaria" que este año reunió a más de mil personas, entre estudiantes, padres y profresores. Una actividad enmarcada dentro de la "Semana Ignaciana: Solidaridad y Justicia" que en esta edición lleva el lema "Nuestra casa es el mundo".

"Es una forma de concienciar a los alumnos, de transmitirles y hacerles conscientes de la problemática de la realidad e inculcarles que se comprometan con los problemas", argumenta el jesuita Alfredo Flórez Cienfuegos-Jovellanos, director del centro. Esta serie de actividades, que tienen como objetivo fundamental "promover experiencias que animen a una reflexión sobre los valores de la justicia y la solidaridad, esenciales dentro del anuncio evangélico", están enfocados este año con un programa de la ONG "Entreculturas", de la propia Compañía de Jesús, para mejorar la calidad de la educación en la red de escuelas Fe y Alegría de Haití y también el proyecto "Hospitalidad", desde el compromiso de defensa, servicio y acompañamiento a las poblaciones más vulnerables, especialmente refugiados y migrantes.

La "Merienda solidaria" despachó ayer 1.200 tickets para degustar dulce y salado en familia confeccionados. Una iniciativa dirigida por la Asociación de Padres de Alumnos (APA) -con su presidente Jesús Alonso a la cabeza- y a la que se sumaron muchos más familiares de los alumnos que se pusieron con las manos en la masa para confeccionar las viandas. También contaron con la donación de varios postres, tartas y pasteles en su mayoría, por parte de confiterías y pastelerías de Gijón. Todo lo recaudado -el ticket costaba dos euros- será destinado a ambos proyectos de los jesuitas, el de Haití y "Hospitalidad".

Sobre esta temática versan los murales que adornaron ayer el pabellón colegial que acogió la merienda confeccionados por alumnos de primaria y educación infantil. Creaciones coloridas donde se agolpaban palabras muy concretas como amor, libertad, justicia y verdad. Muchos de ellos dedicados a Haití, como el de los alumnos de tercer curso de infantil que optaron por unos monigotes unidos por sus manos en torno al mundo a los que pusieron sus caras con una fotografía. También resalta uno de 6º A de primaria en el que opta por ser solidario sin irse tan lejos, en su entorno con dibujos y textos que invitan a compartir con sus compañeros los juguetes, a colaborar con quien tiene dificultades y a cuidar el medio ambiente.