"Es importante formar a jóvenes en colegios e institutos para que aprendan las maniobras de reanimación porque pueden salvar vidas en el futuro", explica César Roza Alonso, médico del SAMU y miembro de la Unidad de Investigación en Emergencias y Desastres de la Universidad de Oviedo, que ayer ofreció una charla en el Ateneo Jovellanos. En la ponencia, recogida bajo el nombre de "Desfibriladores de acceso público, ¿quién, cómo y cuándo usarlos?", explicó la importancia de actuar de manera correcta ante momentos críticos en los que los pacientes sufren paradas cardiorespiratorias y los pasos a seguir antes de usar un desfibrilador. Roza Alonso, experto en medicina y Educador del Consejo Europeo, aclaró las cuestiones referentes al uso de los desfibriladores, ya que son "aparatos que salvan vidas y muy poca gente sabe realmente cómo se usan". Según Roza Alonso hasta los propios niños pueden salvar vidas porque "pueden realizar ejercicios de reanimación a sus iguales". Los minutos posteriores a una parada cardiorespiratoria son vitales, pues "cada minuto que transcurre sin actuar en este estado reduce en 10% las posibilidades finales de reanimación del paciente". Roza además asegura que el tiempo medio que transcurre antes de la llegada de una Unidad Móvil de Emergencia es de ocho minutos, así que "si no actuamos en ese tiempo las posibilidades de reanimación se reducen en un 80%".

El funcionamiento de los desfibriladores es sencillo "porque el propio sistema explica al usuario los pasos a seguir". Roza aclara que el aparato analiza el estado del paciente y decide si es posible o no aplicar una descarga eléctrica. El uso de estos aparatos está regulado por ley, de forma que todo el personal sanitario está capacitado para su uso. Por otro lado, la legislación vigente en Asturias permite el manejo de este aparato por personal no autorizado siempre que se haga un uso "no negligente". Según la norma actual los desfibriladores son obligatorios en grandes almacenes, aeropuertos, recintos deportivos y estaciones de tren y autobús situadas en ciudades que superen los 50.000 habitantes.