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RAFAEL SUáREZ MUÑIZ | Geógrafo y urbanista

"A nivel urbanístico Gijón es un mal intento entre La Coruña y San Sebastián"

"Debería recuperarse el teatro Arango y se le podría dar un uso polivalente; puede ser rentable y se mantendría el edificio"

Rafael Suárez Muñiz, junto a un mapa del mundo. Juan Plaza

Su tesis doctoral, aunque inconclusa, es de un enorme interés, ya que hasta ahora no se habían contemplado en profundidad aquellos aspectos que vinculan a Gijón con el ocio, una firme característica de su reciente pasado. ¿Quién no recuerda los bailes, los merenderos, los espacios deportivos, los cines y tantos lugares de ocio que configuran la historia lúdica de Gijón? Rafael Suárez, pese a su juventud lleva en su ADN la atracción por el ayer urbanístico de su ciudad, no en vano es bisnieto de Manuel García Rodríguez, el gran arquitecto que firmó muchos edificios históricos, que aún se conservan. Su descendiente, Rafael Suárez, trasmite pasión por lo que hace, es comunicativo y entusiasta.

-Dígame, ¿usted quién es?

-Nací en Gijón (1991), concretamente en el barrio de La Arena, menor de tres hermanos. Creo que soy hiperactivo, trabajador, me gusta mucho investigar. Alegre, procuro proyectar simpatía a mi alrededor, aunque esto signifique un arma de doble filo ya que siempre habrá gente que piense que no soy serio.

-¿De pequeño jugaba a los exploradores?

-No, al fútbol, era bastante bueno pero lo dejé por los estudios. Leía mucho y me interesaban las consolas, Mario Bros, Capitán América, Batman, Spider-Man, Marvel Súper Héroes? y compañía; no se me escapó ninguno.

-¿Cómo fue su formación?

-Estudié el bachiller en el Instituto del Piles, y la carrera de Geografía en la Universidad de Oviedo. Posteriormente me fui a Madrid para hacer la especialidad de Urbanismo. En realidad escogí Geografía para poder acceder a Urbanismo, que era lo que me gustaba. Durante el bachiller fui mal estudiante, pero un día un profesor nos pidió que hiciéramos un plano de Gijón; obtuve sobresaliente y descubrí que aquello era lo mío. El Urbanismo es la rama más activa, más rica y cambiante de la Geografía, y a nivel profesional, más interesante. Esto me ha llevado a la tesis.

-¿Cómo se titula?

-"Análisis del ocio en Gijón desde una perspectiva geográfica (1850-2018)". Arranca con la industrialización y me la dirige Ramón Alvargonzález. La llevo bien. El primer año concursé para la beca nacional de investigación "Ramón de la Sagra", y la gané. Mi ilusión es hacer un libro sobre el barrio de La Arena, su desarrollo, su comercio, hostelería y ocio, ya que se creó gracias a los espacios de ocio; entonces no había necesidad habitacional.

-¿Cuáles eran esos espacios de ocio?

-El primero, la playa y los balnearios. Paralelamente, La Florida, una gran zona de jardín y bosque que abarcaba desde Cocheras al quiosco de Los Capuchinos; años después se privatizó. Había en ella hasta un velódromo, el de los Hermanos Cuesta, y en 1899 se celebró allí la Exposición Regional. Estaban también Los Campos Elíseos, El Molinón, la plaza de toros, el Grupo Covadonga? Cuando en 1878 se derribaron las murallas se generó mucho espacio libre y es cuando se empieza a edificar. De 1878 hasta 1899 se construye en la mitad occidental, hasta la calle Premio Real; eran edificios buenos, de tres plantas. La segunda parte corresponde a la época del desarrollismo, 1950 a 1970.

-De todas sus investigaciones, ¿qué es lo que más le sorprendió?

-Por ejemplo, descubrir los campos de fútbol; antes de la Guerra Civil había ocho campos en Gijón. El de Somió Park, La Florida, Vista Alegre; sobre su terreno se edificó posteriormente la Escuela de Peritos, obra de mi bisabuelo, Manuel García Rodríguez, doctor en Arquitectura. El Jovellanos, Las Palmeras, el Electra, que estaba en La Calzada; la Campona y el Viesques. Para Gijón eran muchos, dada su población.

-¿Y los cines?

-Hasta los años sesenta hubo más de veinte, pero a partir de ahí fueron desapareciendo para dejar paso a los multicines, como los Hollywood, los Fresnos? También sucumbieron al cine en casa.

-Hábleme de los jardines.

-El parque de Isabel la Católica se empezó a construir en 1940, pero anteriormente, desde 1915, existía el del Cerillero, que fue el primer parque autogestionado de España, es decir, lo hicieron y lo cuidaban los vecinos, incluso había cuadrillas de niños implicadas en su mantenimiento; en 1970 se municipalizó. El parque de Los Pericones data de los años 60. En 1977 nace el Atalía, como consecuencia del jardín privado de Industrial Alonso, además del Parque de Moreda, el de la Fábrica de Loza, el de Orueta, las Palmeras, en Contrueces, el de La Primitiva Indiana, el de la Fábrica del Gas, el de Cocheras. Hay 11 parques postindustriales.

-Y desaparecieron los bailes, que tanto disfrutó Gijón?

-El desarrollismo generó otro modo de ocio, y nacieron las discotecas, que también murieron. Antes la juventud salía a bailar; ahora van de "botellón".

-¿Cómo calificaría a Gijón en el sentido de ciudad?

-A nivel urbanístico es un mal intento entre La Coruña y San Sebastián.

-¿Es usted partidario de recuperar el teatro Arango?

-Sí, definitivamente. Podría dársele un uso polivalente. Hay ofertas, demandas y viabilidad y hasta podría ser rentable, por ejemplo, ofreciendo películas de estreno, retransmisiones de ópera y ballet, certámenes culturales, actuaciones de la Banda de Música... Y se mantendría el edificio.

-¿Qué hacemos con el Muro?

-Nada, sólo cabe tomar medidas paliativas.

-¿No resulta increíble que la zona más bonita de Gijón, la Ería del Piles, lleve años abandonada?

-Sí, ha sido muy mal tratada. Es un lugar idóneo para el ocio, acompañado tal vez de un centro comercial, y alguna actividad deportiva.

-Si tuviera usted poder, ¿qué cambiaría inmediatamente en Gijón?

-La peatonalización del Muro, y después, sí, actuaría sobre el plan de la Ería del Piles. Otra cuestión es la plaza de toros. No se puede permitir que un edificio sólo se utilice una semana al año, y en contadas oportunidades. Sé de algunos aprovechamientos de otras plazas que han quedado muy bien, como servicios de hostelería, un pequeño centro comercial o alguna instalación deportiva.

-¿Qué zona de la ciudad le parece más atractiva?

- La de La Arena y el centro.

-¿Qué dejó su bisabuelo en Gijón?

-Infinidad de proyectos. Como el cine Goya, la Escuela de Peritos, el edificio Vigil en la plazuela de San Miguel, el más alto de Asturias en su época, y el quiosco de la misma plaza. Fue el creador del racionalismo náutico, es decir con fachadas que recuerdan a los barcos. Hay muchas de sus obras aún en pie, como el edificio de Casa Múgica, y tantas otras. Tengo en proyecto un gran libro que recoja todos sus trabajos, y su vida. Podría titularse "Vida y obra de Manuel García Rodríguez".

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