El empresario gijonés Rafael Riva Meana está intentando que un importante naviero español le respalde en su proyecto de relanzar la autopista del mar entre Gijón y Nantes, después de que no haya conseguido financiación bancaria ni subvenciones para adquirir un ferry coreano de 20 años. "Hay una opción que no es segura, ni mucho menos", señaló Riva.

Riva intentó en las últimas semanas alquilar el barco coreano u otro de una naviera griega, tras no obtener crédito bancario para comprarlos. El naviero señaló ayer que sus interlocutores sólo estaban interesados en la venta.

El empresario, quejoso con las administraciones autonómica y municipal, a las que pidió ayudas económicas, daba ayer por perdidas las subvenciones que la UE le concedió para reformar el barco, si lo hubiera aportado. No obstante, Bruselas aún no ha cerrado sus puertas al proyecto, sino que ha concedido una prórroga de varias semanas más al industrial gijonés para que aporte un barco, al habérselo pedido así a la UE la Autoridad Portuaria de Gijón.

Riva se quejó ayer ante los medios de comunicación de que el concejal gijonés Fernando Couto no responda a sus correos electrónicos y de que el Idepa, organismo del Principado, no le haya dado el millón de euros con el que esperaba poder mantener a flote la linea a Nantes durante "tres o cuatro meses". El empresario al que se ha dirigido Riva, con actividad naviera y portuaria en distintas dársenas españolas, no está posicionado en El Musel. En su comparecencia Riva no aclaró por qué un naviero iba a respaldar su proyecto en lugar de operar la línea el mismo, si tuviera interés.