La indignación en el colectivo vecinal de El Muselín era ayer enorme después de haberse enterado los vecinos del compromiso adoptado por el gobierno central con el Principado para buscar la fórmula de legalizar y mantener en pie la regasificadora de El Musel, aunque todavía no contemplen plazos ni procedimiento para ello. "Nos sentimos fatal, porque el señor Francisco Blanco (concejal de Industria del Principado) dice que la instalación está dentro de la legalidad, y no sabemos qué legalidad será, si la de él o lo que dicen las sentencias del Tribunal Supremo, que señalan que no puede estar ahí la regasificadora, y que está a menos de dos kilómetros de una población de doscientos gijoneses, límite que marcaba entonces la normativa", manifiesta Ángel Piñera, portavoz vecinal de El Muselín.

Precisamente este núcleo de población, de unos doscientos vecinos, es el que se sitúa a menos de 2.000 metros de la regasificadora, razón por la que la instalación incumplía en el momento de su construcción la normativa vigente entonces, la aplicada por los jueces en su sentencia. "No lo decimos nosotros, lo dicen los jueces. ¿Qué es, que los políticos pueden más que la justicia?", se pregunta Ángel Piñera.

De hecho, el portavoz de El Muselín se muestra tajante. "Estas posturas del Principado y el Estado me dan a entender que pueden más los políticos que la justicia. Entonces, esto es un país bananero, de esos de 'hago esto porque sí, por decreto ley'. Si hay unas sentencias y unas leyes, habrá que cumplirlas, digo yo", argumenta con tono de indignación Piñera.

El presidente vecinal de El Muselín contrapone, además, la situación de la instalación del puerto gijonés con la de Vizcaya. "La regasificadora que está allí se encuentra apantallada por una montaña y a más de dos kilómetros de la población. Allí, en el País Vasco, las normativas las cumple todo hijo de vecino, no como aquí", lamenta Ángel Piñera. "Entiendo que la regasificadora fue un capricho de los políticos. Si es un riesgo para la población, no comprendemos cómo pueden persistir en la idea. Yo siempre dije que cuando nos querían echar del barrio era por la regasificadora. Era algo que tenían preparado: nos cambiaban por zona verde, nos pagaban muy poco y nos echaban a otro lado para hacer un parque. Todo por la regasificadora. Llevaban treinta años gobernando (por el PSOE) y pensaban que podían hacer lo que querían", sentencia el presidente vecinal de El Muselín.