Ya tienen más que asumido que a su hija "no le ha podido pasar nada bueno" pero los padres de Yolanda García Bravo no pierden la esperanza de conseguir alguna pista acerca del paradero de esta joven gijonesa, profesora de filosofía y vecina de Nuevo Gijón, desaparecida en febrero de 2015 sin dejar rastro. Eran las ocho de la tarde del día 5 cuando sus padres la vieron por última vez salir de la vivienda familiar.

"Dijo que quería hacer un trabajo para unos chicos que iban un poco retrasados en el colegio y que tardaría una hora en volver. Cuando ya habían pasado dos horas vimos que no era normal y nos empezamos a preocupar. No estaba en su casa", recordó esta semana el padre de la desaparecida, Mario García, en conversación con este periódico. La familia pide que no se olvide el caso, que se vuelva a difundir la foto de Yolanda por las redes sociales, por los periódicos y por toda la ciudad. "A veces vamos a hablar con la Policía Nacional, están en permanente contacto con nosotros pero otras veces sentimos que lo único que hacemos en Comisaría si no hay novedades es molestar. Lo único que pedimos es que el caso no se olvide", pidió García. El gijonés asegura que tanto él como su mujer siguen sin explicarse que pudo pasar aquel 5 de febrero hace ahora dos años. El único consuelo que le queda a esta familia es ver crecer a sus nietos, los hijos del hermano de Yolanda.

Durante los primeros días tras la desaparición los familiares de Yolanda García Bravo y los voluntarios que se unieron a ellos realizaron batidas por la zona en la que se había visto por última vez a la gijonesa. No hubo resultado alguno. Los familiares de la gijonesa denunciaron la desaparición en la Policía y se esforzaron en que el caso saltara a nivel nacional gracias a la televisión. Nada sirvió, por eso ahora piden que no se olvide el caso y que se recuerde que Yolanda García Bravo sigue sin aparecer. Lo último que pierden estos gijoneses es la esperanza.

"Hace unos meses fuimos al mar y tiramos unas flores al agua para recordarla pero no es lo mismo. Aunque haya muerto queremos tenerla en un lugar en el que ir a verla siempre", lamenta el padre de la desaparecida.