La Guardia Civil ha denunciado a un vecino de Gijón de 62 años acusado de instalar artes para la captura de marisco en un lugar prohibido: a pocos metros de la playa de Poniente. Los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) tuvieron conocimiento de la ilegalidad que se estaba cometiendo gracias a una llamada anónima que llegó el 31 de enero a la Comandancia de la Benemérita de Contrueces. En su comunicación el ciudadano alertaba "de la posible existencia de una persona que pudiera estar dedicándose a la pesca de marisco en una escollera, conocida como el Tallerón de Duro Felguera, muy próxima al Acuario".

El denunciante aseguró ante los agentes que "era habitual ver a una persona ir casi a diario, antes del amanecer, con traje de buceo por la playa de Poniente de Gijón". El misterioso pescador se zambullía en el agua detrás del Acuario. Pocos minutos después "regresaba del agua portando centollos o andaricas". Con toda esta información la Guardia Civil estableció un dispositivo de control de esta actividad, en el que participaron el Seprona y los buzos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas.

Los funcionarios comprobaron la veracidad de la denuncia. Gracias a la vigilancia establecida en la playa de Poniente los investigadores vieron como el acusado se metía en el agua a las ocho menos cuarto de la mañana. "Se introdujo en el agua por una rampa y se dirigió nadando hasta una escollera", relató ayer un portavoz del instituto armado a través de un comunicado oficial. Los agentes encargados del caso identificaron al gijonés de 62 años en cuanto regresó a tierra firme. En el momento en el que se interpuso la denuncia el hombre llevaba encima una malla con gafas de buceo, aletas y un cutter con cuerda.

Una vez practicada la identificación los buzos de los Geas inspeccionaron la zona en la que se llevaba a cabo la pesca ilegal. En la escollera se encontraron, a una profundidad de entre metro y medio y dos metros, un total de 17 nasas, tres de las cuales se hallaban cebadas con carnada para la pesca de moluscos y mariscos. La Guardia Civil se incautó de un traje de neopreno, guantes, escarpines, aletas, gafas de buceo, y las artes de pesca utilizadas.