El proceso de trasplante de médula de Aarón Ihekwendu procedente de su hermano Samuel está en su recta final. El niño gijonés de cuatro años ingresó ayer en la UCI del Hospital Central de Asturias (HUCA) donde hoy comenzó el proceso para trasplantarle las células madre de la médula ósea de su hermano de siete años y así lograr la curación de una enfermedad, la leucemia, que le ha tenido durante meses con ingresos frecuentes en el centro sanitario.

Días atrás ha sido su hermano, Samuel, el donante elegido a falta de otro que pueda superar la compatibilidad del 50% que éste le proporciona, el que ha estado ingresado en el hospital para someterse a un proceso de citaféreris en el cual se le han extraído células madre de su sangre para darle una esperanza de vida a su hermano.

Samuel, de siete años, llevó con mucha entereza el tratamiento al que fue sometido, relataba su madre, Natalia Vázquez que, junto con el padre, Johnson Ihekwendu, están deseosos de que por fin se pueda ver la luz al final de un largo proceso para lograr el trasplante de Aarón. Los pinchazos de unas inyecciones previas ha sido el mayor inconveniente para Samuel, que por lo demás no presenta secuelas del proceso, salvo dos pequeñas heridas en la zona inguinal, utilizadas para colocar los tubos necesarios para la citaféresis. "Nos dijeron que podía sentir molestias parecidas a cuando tienes una gripe, pero él no se quejó de nada, ni antes ni después de sacarle las células. Hubo unos días que no lo mandé al colegio, sobre todo por las pequeñas heridas, pero ahora ya hace vida totalmente normal". En toco momento es consciente de que es el donante de "las células que van a salvar a su hermano".

Los padres de Aarón vivieron las horas previas al ingreso con un doble sentimiento. "Por un lado tienes miedo de lo que pueda pasar y por otro estamos deseando que llegue cuanto antes mejor el momento del trasplante". Aarón por su parte, estaba tranquilo: "Ahora se le ve mejor porque no tiene tratamiento". Pero ayer comenzó un largo proceso que puede durar un mes, mes y medio, o quizá más. "El momento clave es que agarre el trasplante, que empiece a regenerar plaquetas y todo de nuevo". Al paciente se le reducen al mínimo las defensas para que el trasplante prospere, lo que le obligará a estar en aislamiento durante un periodo largo.

Todo comenzó cuando el niño empiezó a tener episodios de fiebre y vómitos, que no cesaban a pesar de los tratamientos antibióticos que le habían recetado en el hospital de Cabueñes. Tras persistir los síntomas los padres deciden acudir a las urgencias del HUCA donde, tras varias pruebas, es diagnosticada la enfermedad, que requiere ingreso en la UCI por hipertrofia severa de ambas amígdalas. Se le conecta a ventilación mecánica nocturna. Tras un periodo inicial, el tratamiento no logra el efecto deseado, y el diagnóstico se confirma mediante pruebas genéticas: la enfermedad es de alto riesgo y se necesita un transplante de médula. Era el mes de junio.

Aarón Ihekwenbu Vázquez tiene leucemia linfoblástica tipo T y necesita un trasplante de médula urgente. Comenzó entonces una carrera contrareloj para buscar donante compatible y familia, amigos y distintas asociaciones fomentaron todo lo que pudieron que la gente se haga donante de médula, ya que es la forma de que las personas que están en la misma situación que el niño tenga alguna posibilidad. La campaña, con el lema "Una médula para Aarón" no consiguió su objetivo de encontrar un donante para este caso, aunque se va a intentar con su hermano, Samuel, compatible en un 50%. Todo el mundo confía en que salga bien.