La sección octava de la Audiencia Provincial de Asturias, con sede en Gijón, acaba de absolver al empresario acusado de explotar laboralmente a las cinco camareras que tenía trabajando para él en un bar de la avenida de Portugal. La Fiscalía había solicitado para el reo una condena de dos años y tres meses de cárcel al entender que había abusado de la necesidad económica de las cinco trabajadoras demandantes.

Los magistrados encargados del caso reconocen que todas las jóvenes firmaron un contrato temporal de 20 horas a la semana. Aunque el tribunal admite que las chicas que testificaron durante el juicio denunciaron que trabajaron más horas de las que les pagaban -"estábamos allí 13 horas y no nos dejaba parar ni a comer", llegó a relatar una de ellas-, la comisión del delito que imputaba la Fiscalía al reo requiere, insisten los jueces, que el reo se hubiera aprovechado de una situación de necesidad que no existía en este caso "más allá del común deseo de un ciudadano normal de tener un trabajo remunerado".

"No se puede deducir ninguna situación vital de necesidad ni de falta de recursos para sucumbir hipotéticamente a unas condiciones de trabajo supuestamente impuestas", por lo que según los jueces "no concurren los elementos del tipo penal" objeto de la acusación que se había levantado contra el procesado, defendido por el letrado Gabriel Cueto.