La zona oeste vive días de polvo y ruido. Las calles Mariano Pola y Rosalía de Castro se sumaron ayer al elenco de vías gijonesas que se encuentran en fase de remodelación, con los consiguientes desvíos provisionales de varias líneas de autobús municipaly el veto al tráfico a vehículos salvo para aquellos que dispongan de una plaza de garaje en las zonas afectadas, especialmente en el barrio de El Natahoyo que se abona al martillo pilón, los cascos de obra y las vallas que impiden el paso.

La calle Mariano Pola, en el tramo comprendido entre la plaza Máximo González y el Camino de la Fábrica de Loza, vivió ayer el primero de los catorce días de tráfico cortado por las labores de renovación de pavimento de calzada. Un veto que afecta a las líneas 6 y 12 del servicio municipal de autobús.

De esta forma, en el sentido a Porceyo y Contrueces el recorrido seguirá el curso habitual hasta la avenida Galicia, en que girará a la derecha por la calle Dos de mayor y saldrá a la avenida Juan Carlos I donde retomará su recorrido normal hasta el destino. En el sentido hacia El Musel y el Cerillero, el autobús transcurrirá por la senda habitual hasta la avenida Juan Carlos I, seguirá en esta vía hasta Moreda, girará a la derecha por Cortes de Cádiz, Móstoles y avenida Galicia para proseguir la ruta establecida.

También la calle Rosalía de Castro inició ayer el proyecto de remodelación que tiene un plazo de ejecución de tres meses y que para llevarlo a cabo se ha procedido a cortar la circulación de vehículos a excepción de aquellos con plaza de garaje en esa calle.

Tanto las tareas en Mariano Pola como en Rosalía de Castro se suman a las iniciadas el pasado 30 de enero en Avenida de la Argentina -entre la avenida Príncipe de Asturias y la calle Simón Bolívar- donde se realizan labores de sustitución de sumideros.