El crucero "Balmoral", de la naviera Fred Olsen, que había llegado a El Musel el pasado lunes para evitar el temporal en la zona de Finisterre, partió a las seis y media de la tarde de ayer rumbo al puerto de Funchal, en Madeira, donde hará escala antes de continuar hacia el Caribe.

El crucero adelantó tres horas y media su salida respecto a lo que inicialmente se preveía. El barco zarpó en cuanto subió a bordo un médico, al que estaban esperando para realizar el crucero. Habitualmente los cruceros llevan a bordo un galeno, salvo los transoceánicos, como es este caso, en el que llevan dos entre la tripulación.

El "Balmoral", con 217,91 metros de eslora y 28 de manga, trajo de forma inesperada a Gijón a 1.093 turistas, en su mayoría británicos. Parte de los cruceristas hicieron excursiones por Gijón y Avilés. Este crucero ya estuvo en el puerto gijonés al menos en otras dos ocasiones con anterioridad, en escalas previstas en ambos casos, a diferencia de lo que ocurrió con esta.