El juzgado de lo penal número 2 de Gijón ha condenado a cuatro años de cárcel a un conductor al que la Guardia Civil sorprendió circulando en dirección contraria por la autovía del Cantábrico. El ahora imputado, al que se responsabiliza de la comisión de un delito contra la seguridad vial, duplicó la tasa de alcoholemia permitida en sangre.

El magistrado encargado del caso llega a definir al imputado como un "adicto al alcohol" que ya acumula seis condenas en su historial por conducir en estado ebrio. Es por eso que el juez le impone al conductor -además de la pena de cárcel-, ocho años de privación del derecho a conducir vehículos a motor y una multa de 4.320 euros. El magistrado asegura que el acusado demostró con su conducta desprecio hacia la vida de los demás conductores con los que se cruzó en su camino cuando circulaba en dirección contraria.

Los hechos que llevaron a la imposición de esta condena tuvieron lugar a las tres de la madrugada del 20 de noviembre del pasado año 2016. Fue entonces cuando un camionero se cruzó por la autovía del Cantábrico con el acusado, que circulaba "por la plataforma destinada al sentido contrario de la circulación". El testigo le dio las luces al ahora condenado, pero el hombre hizo caso omiso de la alerta y siguió circulando. La Guardia Civil localizó al kamikaze pasadas las tres y media de la madrugada cuando el conductor intentaba realizar una maniobra para recupera el sentido correcto de la circulación. El conductor arrojó en las pruebas de alcoholemia un resultado de 1,19 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, el doble de lo permitido.

El juez señala en su sentencia que ya en 2013 el juzgado de instrucción de Oviedo había condenado al conductor a 20 meses de privación del derecho a conducir vehículos a motor. La Audiencia ya ha confirmado el fallo.