El Museo Evaristo Valle de Gijón, uno de los principales centros expositivos privados existentes en Asturias, ha sido declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento por el Consejo de Gobierno celebrado la pasada semana, según publica hoy el Boletín Oficial del Principado.

La Fundación Museo Evaristo Valle se ubica en un propiedad situada en el barrio de La Redonda, en la parroquia de Somió, que cuenta con un núcleo de ciudad jardín en el que todavía se pueden advertir restos de antiguas quintas de recreo de la burguesía y de la nobleza decimonónica, como la propia sede del museo.

El conjunto formado por el edificio principal, destinado en buena parte a exponer la obra del pintor Evaristo Valle, y el espacio ajardinado que lo rodea, están protegidos por el Catálogo Urbanístico de Gijón desde julio 2010 y se tramita además su inclusión en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias.

El origen de la propiedad se sitúa en una antigua casa torre vinculada a una rama de la familia Menéndez Valdés de Cornellana, y durante la primera mitad del siglo XIX tuvo un carácter rústico, con partes de la misma dedicadas a labor, pradería, huerta y pomarada.

En 1865, al fallecimiento de sus titulares, la heredad pasó a sus herederos y quince años después fue adquirida por William Penlington Mac Allister, vicecónsul inglés en Gijón, a quien se le atribuye el mérito de haber hermoseado la propiedad creando unos jardines propios de una quinta de recreo burguesa.

Tras adaptar el jardín a un espacio de estilo victoriano, Penlington vendió la finca, que pasó a manos de diferentes titulares hasta que en 1913, el Banco Gijón, que en esos momentos era su propietario, la enajenó a José María Rodríguez, que la convirtió en su residencia, junto a su esposa María Rodríguez del Valle, sobrina del pintor al que hoy está dedicado este espacio.

Al fallecer José María Rodríguez en 1963, su viuda alentó la idea de preservar viva la memoria y el legado artístico y personal de su tío -fallecido en 1951)- creando un museo en su propiedad y cuando murió, en 1981, dejó sus bienes para constituir la Fundación Museo Evaristo Valle, institución con carácter benéfico docente.

El Museo Evaristo Valle abrió sus puertas al público el 3 de marzo de 1983 y, además de la obra expuesta en el edificio principal, el espacio ajardinado que le rodea se ha convertido también en una exposición al aire libre que acoge numerosas piezas escultóricas de artistas contemporáneos.