La colección de Manuel Gurdiel Sierra (Cangas del Narcea, 1941- Madrid, 2014) sigue dando sorpresas. De ese acervo documental proceden las dos últimas adquisiciones que acaba de presentar al público el Muséu del Pueblu d'Asturies. Esas dos piezas son el "Mapa topográfico de la provincia de Oviedo", elaborado por el ingeniero de minas Guillermo Schulz y grabado por Gustavo Pfeiffer en Madrid en 1855, y el "Atlas Nacional de España" o "Atlas de las provincias de España", resultado de los trabajos del geógrafo A. H. Dufour, cuya primera edición es de 1837.

Ambas piezas pueden verse desde ayer y hasta el próximo 30 de abril en las instalaciones del Muséu del Pueblu d'Asturies. Las dos son de gran interés y fruto de la preocupación que prendió en los años treinta del siglo XIX, con el final del Antiguo Régimen, debido a que España carecía de mapas fiables.

"Para decirlo claramente, no se conocía la geografía del país", explicó ayer Juaco López, director del Muséu del Pueblu d'Asturies. Y más: "Tenían mejores mapas de España los franceses, como consecuencia de la Guerra de la Independencia y la invasión de los Cien Mil Hijos de San Luis, en 1823, que los españoles". Una de las obsesiones de los primeros gobiernos liberales, en aquel período del XIX, fue "promover la realización de mapas, dentro de una política más amplia de organización de un nuevo estado".

Tiene un interés añadido para los asturianos este "Mapa topográfico de la provincia de Oviedo", que fue confeccionado por orden de la reina Isabel II. Se hizo la encomienda al ingeniero de minas alemán Guillermo Schulz (1805-1877), una figura clave para el despegue de la minería española, y más concretamente para la asturiana. No es posible entender la primera industrialización del Principado sin el trabajo de este "comisario de minas" al que se sigue recordando con afecto en Mieres, por ejemplo, donde fundó la Escuela de Capataces. Su busto ocupa un lugar prominente en el Ayuntamiento y una céntrica calle de la villa lleva su nombre.

Su mapa topográfico, utilizado a su vez para levantar el mapa geológico de Asturias que le había encargado Isabel II, es el primero al que los especialistas confieren la calificación de "científico". "La contemplación de este mapa y la consideración de que fue realizado por un hombre solo con un instrumental rudimentario, resulta cuando menos sobrecogedora", ha escritor Alberto Marcos Vallaure, catedrático de Geodinámica de la Universidad de Oviedo.

Para Juaco López, fueron los conocimientos técnicos que tenía Schulz en cartografía los que le "permitieron hacer un mapa de Asturias fiable, que supuso un salto cualitativo enorme con respecto al anterior, realizado por Tomás López en 1777". Éste no había recorrido Asturias y se basó en informaciones remitidas por corresponsales. El mapa de Schulz, del que se han hecho seis ediciones (la última en 1926), "representa el relieve y ofrece numerosa información sobre la Asturias de aquel momento; los trabajos para el levantamiento de este mapa los hizo completamente solo y sin más ayuda que una brújula", afirmó el director del museo. Cabe decir que estuvo en uso hasta casi mediados del pasado siglo XX, es decir, un siglo.

El "Atlas Nacional de España" de Dufour (1785-1865 fue publicado en París por la Casa de L. Turgis Jeuhe. Y en Nueva York por Duane St., hacia 1845, según datos facilitados ayer por el Muséu del Pueblu d'Asturies, aunque la primera edición es de ocho años antes.

"En este atlas aparece por primera vez la nueva división político-administrativa establecida en España en 1833, que dividió el país en cuarenta y nueve provincias", explicó ayer Juaco López. La obra se despliega en doce planchas que corresponden a los siguientes territorios: Galicia, Reino de León y Principado de Asturias, Castilla la Vieja, Navarra y provincias vascongadas, Aragón, Cataluña, Reino de Valencia, Castilla la Nueva, Extremadura, Andalucía, Murcia e Islas Baleares.

Según la descripción técnica aportada, este atlas de gran formato (72 por 51 centímetros) y es "muy raro de encontrar". Hay tan sólo tres ejemplares en bibliotecas públicas españolas, que aparecen en el "Catálogo Colectivo del Patrimonio Bibliográfico Español". Las láminas de los mapas se editaron también sueltas.