Con 25 hectáreas de extensión, el Jardín Botánico Atlántico de Gijón es un referente como centro de investigación, conservación y divulgación de la ciencia botánica. Este espacio cumple con las condiciones de temperatura y humedad perfectas para la proliferación de diferentes ecosistemas florales. Estas especies, tanto autóctonas como alóctonas (originarias de otros países), son objeto de un estudio pormenorizado para conocer su estado.
Las nuevas indagaciones en el ámbito de la micología han permitido añadir 519 nuevos registros al catálogo de hongos del recinto, 53 de los cuales han resultado nuevas incorporaciones para el catálogo provincial y una de ellas, "Mycena margarita", novedad incluso para el catálogo europeo. Ésta última es una especie tropical natural de las islas de Cuba y Jamaica.
Este trabajo fue iniciado en el año 2004, cuando un grupo de expertos micológicos desarrolló distintas exploraciones destinadas al estudio de los hongos y sus características. El "Catálogo revisado de los macromicetos del Jardín Botánico Atlántico", elaborado por miembros de la Sociedad Asturiana de Micología de Gijón (SAM) recoge el fruto de un continuo trabajo llevado a cabo en los últimos tres años independientemente de la estación, ya que aunque la primavera y el otoño son las estaciones más propicias, también existen otro tipo de hongos que aparecen en los meses de verano e invierno. El equipo formado por Marta González, Enrique Rubio y cinco expertos más recolectó y etiquetó las muestras tratando de recoger en ellas los caracteres más determinantes de los especímenes para su posterior desecación e incorporación al herbario del jardín. El trabajo del equipo de expertos en micólogía ha posibilitado la aparición de numerosas especies, algunas de ellas inexistentes en la región hasta hace poco tiempo, como es el caso de "Mycena margarita", Lo mismo ocurre con especímenes como "Russula cuprea", "Russula zvarae", "Cortinarius callochrous" y "Cortinarius rufoolivaceus". Ëstas conviven con otras especies del tipo saprobio, es decir, que toman para su nutrición los residuos procedentes de otros organismos, como "Mycena querciphila" o "Mycena metata". Asimismo, en otros lugares del jardín se localizaron multitud de pequeños hongos descomponedores de restos herbáceos y otros parásitos de musgos.
