Se apaga la luz, se pide que se apaguen los móviles y salen los músicos de la orquesta a escena. Pero el violinista David Peralta, concertino en la Filarmónica de Holanda, predica justo lo contrario. "Que no se apaguen los teléfonos sino que se usen durante los conciertos, que el público haga fotos a los músicos y las suba al Facebook, que tuiteen qué les parece la interpretación de los músicos".
Una reinterpretación novedosa del mundo de la música clásica que ayer ofreció Peralta en el Conservatorio Profesional de Música y Danza de Gijón en un curso de formación para el profesorado titulado "Internet y Redes Sociales como herramientas de promoción y comunicación en la educación musical". Y que sirve, como explica, para romper una brecha que se ha ido ahondando entre músicos y público en general.
"La crisis económica, los recortes a las orquestas y conservatorios y la falta de apoyo social ha hecho que muchas personas hayan decidido prescindir de aquello que no perciben como útil", reflexiona el violinista, que reside desde hace años en el extranjero y trabaja con otro concepto de la relación con el público centrada en las nuevas formas de comunicación.
Consciente de que las redes sociales e Internet se han convertido en indispensables en la manera en que las nuevas generaciones se relacionan, Peralta propone ir un paso más allá para generar una relación "de cercanía", lejos de los corsés que tradicionalmente se asocian a los conciertos de música clásica.
"Preferimos arriesgarnos a que suene un móvil en mitad de un concierto antes que perder a un potencial espectador", resume el músico, porque "lo importante hoy en día es precisamente que usen el teléfono para dar difusión a ese concierto: haciendo fotos, comentándolas, tuiteando o usando el Facebook para hablar de lo que está escuchando". Y no sólo eso. "Yo en los conciertos pido que la gente aplauda cuando quiera, y que, ante todo, no pierda la sonrisa porque al concierto se va a disfrutar", asevera.
De esta manera, las redes se pueden convertir en una buena herramienta para difundir y dar a conocer la actividad de los músicos, de "despertar las ganas de escuchar este tipo de conciertos", porque el objetivo final es "la experiencia off-line, el crear el interés por ir a un auditorio a escuchar música". Por eso también es importante que los profesionales y las formaciones musicales cuenten con perfiles en las redes de los que promocionen sus actividades.
"Tenemos que sacar la música a la calle como una forma de atraer las nuevas generaciones; el mundo está cambiando y tenemos que evolucionar en este sentido", pronostica David Peralta, toda vez que "la sociedad está en estos canales de comunicación y es casi una obligación que nosotros también lo estemos".
Ayer se habló en el curso de marketing, marca personal y profesional. Y hoy y mañana continuarán las reflexiones sobre Twitter y otras redes sociales de promoción. Para que la música clásica suene más lejos que nunca, con el móvil encendido.
