El inversor que había estado interesado en comprar Agalsa, propietario de un conocido grupo industrial asturiano, señaló ayer que el principal "el principal escollo" que impidió que cuajara la operación para reflotar la compañía gijonesa fue la condición que puso Sogepsa para renunciar al cobro de los 4,5 millones que le adeuda Agalsa.

El inversor llegó a acompañar a directivos de Agalsa a una reunión que mantuvieron con la presidenta de Sogepsa, Belén Fernández y con su consejero delegado, Juan Fernández Pereiro. En ese encuentro, celebrado hace dos semanas, plantearon a Sogepsa que renunciara a la deuda a cambio de devolverle 20.000 de los 55.000 m2 de la finca que le habían comprado en Lloreda. Sogepsa rechazó la propuesta la semana pasada y planteó renunciar a la deuda a cambio de la finca íntegra.

La contrapropuesta fue rechazada de plano por Agalsa. Aceptarla suponía borrar de un plumazo del activo de la sociedad los 4,2 millones de euros que ya había pagado a Sogepsa por la finca. Algo por lo que cualquier administrador concursal o el juez de lo mercantil podrían exigir responsabilidades a los administradores de Agalsa. Sogepsa pasará ahora en el concurso a ser un acreedor ordinario y el administrador concursal previsiblemente le reclamará escriturar la finca a nombre de Agalsa.