Llega la noche y en la zona rural de Gijón la historia se repite casi cada día. Los jabalíes se sitúan junto a las casas y obligan a esperar para acceder a las cocheras y a las viviendas desde el coche. Muchos de ellos se quedan enfrente de las personas, observando, hasta que deciden retirarse. Lo hacen en grupo, y sin miedo a acercarse a las zonas habitadas. La parroquia de Vega es una de las zonas afectadas y un vídeo de denuncia de los vecinos de Baldornón, en el que se ven a los jabalíes junto a la entrada de una casa, y las numerosas fotos con fincas destrozadas por las correrías de los suídos, demuestran el sentir y el malestar de la mayoría de los vecinos de la zona rural, que exigen al Principado una solución urgente.

"Es habitual que pasen cada día y que sigan provocando destrozos. Se meten casi hasta las casas, destrozan las tierras y los cierres. No hay semana en la que algún vecino nos traslade algún percance con jabalíes", señala Xuan Pandiella, presidente de la Asociación de Vecinos "San Emiliano" de Vega.

Vecinos y ganaderos de la zona rural de Gijón han unido sus protestas para reclamar medidas al Principado que solucionen el problema con los jabalíes. Pero aún no han obtenido respuesta. Los afectados por las correrías de esta especie exigirán al Principado que autorice cacerías fuera de las áreas de exclusión para hacer frente al aumento de población.

Responsables de asociaciones vecinales de varias parroquias rurales han acordado la redacción de un escrito en el que exigirán a la consejería de Desarrollo Rural que se organicen batidas con perros para hacer salir al jabalí de las zonas de seguridad, en las que han proliferado "de forma exagerada y alarmante" en los últimos meses. Permitir este tipo de batidas para espantar a los jabalíes hacia los cotos de caza y autorizar más cacerías en esos espacios cinegéticos es la solución más valorada.