Sean empresarios, sindicalistas o líderes vecinales el análisis es coincidente: la incapacidad del gobierno forista para gastar en tiempo y forma el total del presupuesto de 2016 evidencia un grave problema de gestión en el Ayuntamiento con una repercusión negativa directa en la calidad de vida de la ciudad, sus obras públicas, su actividad económica y la generación de empleo. El recién presentado informe de ejecución presupuestaria indica que, a 31 de diciembre, en las arcas del Ayuntamiento quedaban sin gastar 53 millones. Una cifra que se eleva a 59 millones si se suman los excedentes de los tres organismos autónomos: las fundaciones municipales de Cultura y Servicios Sociales y el Patronato Deportivo Municipal. Los programas con menos ejecución presupuestaria, pocos más del 30%, son los de inversiones reales y transferencias de capital (incluidas las subvenciones a comunidades para el arreglo de fachadas).

"Estos datos, y sobre todo los que tienen que ver con inversión, son una mala noticia para los vecinos. Se perjudica mucho a los barrios cuando quedan sin hacer obras, que en muchos casos están consensuadas con los vecinos", explicaba ayer el presidente de la Federación de Asociación de Vecinos, Adrián Arias. Ante estos malos antecedentes y la realidad de que en este 2017 hay ocho millones en inversiones decididas desde los consejos de distrito y los presupuestos participativos, Arias anuncia que desde el movimiento vecinal "vigilaremos y haremos seguimiento de esa ejecución presupuestaria. No vale que nos echemos las manos a la cabeza cuando vemos las cifras finales. Tiene que haber control de la oposición y de la sociedad civil".

"Gobernar debe ser muy difícil, estoy seguro, pero la solución a los problemas no se consigue dejando sin ejecutar el presupuesto año tras año. Los años de prórroga porque hay prórroga y los años sin prórroga porque no la hay. El gobierno tienen que dar explicaciones a los partidos y a los ciudadanos", concretaba Fernando Díaz Arnaiz, secretario general de UGT Gijón. Sindicato firmante del pacto de concertación social junto a Comisiones Obreras. Para el líder ugetista las repercusiones de esa inejecución sobre la economía local son evidentes. Un ejemplo claro está en la reducción de las subvenciones a comunidades de vecinos para el arreglo de fachadas "que sirven para contratar a constructoras y generar empleo".

Ingresos óptimos

Para Rubén Medina, portavoz de Comisiones Obreras en Gijón resulta más que llamativo que "el nivel de ejecución en ingresos sea óptimo y el nivel de ejecución de gastos sea pésimo. Resulta que somos extraordinariamente cumplidores con el señor Montoro y el dinero dedicado a pagar la deuda a los bancos se ejecuta al 100%". Medina entiende que esas cifras "denotan un problema de gestión realmente considerable y muy preocupante con repercusión en la actividad económica de la ciudad".

Carmen Moreno, gerente de la Unión de Comerciantes y representante de la Federación Asturiana de Empresarios (Fade) en la mesa de concertación social tiene claro que le ejecución de un presupuesto no puede estar por debajo de un 95%. "Llegar a un acuerdo presupuestario, sobre todo en un escenario tan complicado como el gijonés porque hay que aunar muchas voluntades, es una buena noticia para el sector económico porque supone estabilidad. Pero la falta de ejecución evidencia un problema de gestión que es responsabilidad del equipo de gobierno", explica Moreno para quien es importante tener responsabilidad frente a los acuerdos políticos con otras formaciones pero también ante los ciudadanos con los que se han comprometido inversiones económicas y sociales.

A los agentes sociales les preocupa la reiteración de estas cifras de mala ejecución en los últimos años de gobierno forista. Y más les preocupa su repercusión para próximos ejercicios ya que, en aplicación de la regla de gasto que fija la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, el tope que se fija de cara a un ejercicio tiene que ver muy mucho con el gasto ejecutado realmente en las anualidades anteriores. Si el nivel baja, el techo de gasto que se impone desde el Ministerio de Hacienda también baja