Casi cuatro años y medio después de que Enagás culminara la construcción de la regasificadora de El Musel y sus dos grandes tanques de almacenamiento de gas natural licuado (GNL), la instalación va a comenzar a utilizarse, aunque aún no para el bombeo de gas a la red nacional, que es para lo que fue concebida. Abrirá sus puertas como un espacio de formación, dentro de la Escuela Internacional de GNL, que hoy constituirán Enagás y el Centro Jovellanos de Salvamento Marítimo, perteneciente a Sasemar.

El acuerdo marco de cooperación será firmado por el director general de Marina Mercante y presidente de Salvamento Marítimo, Rafael Rodríguez Valero, y por el consejero delegado de Enagás, Marcelino Oreja, en un acto que tendrá lugar a primera hora de esta tarde en el centro de salvamento de Veranes. En las instalaciones de Veranes, además de en las de la regasificadora de El Musel, es donde se van a impartir los cursos nacionales e internacionales que se organizarán en la escuela que hoy se constituye.

Esta colaboración entre Enagás y Sasemar surgió a raíz de la participación de ambos en el proyecto cofinanciado por la UE "Core LNGas Hive" para el uso de gas licuado como combustible en barcos.

El acuerdo permitirá ampliar la oferta que ya ofrece el centro de salvamento marítimo Jovellanos, en el que se han desarrollado cursos sobre actuación ante incendios de gas natural licuado y las diferencias de los mismos respecto a los incendios en instalaciones de gas licuado de petróleo.Prórroga de la concesión

Por otro lado, el BOPA publicaba ayer la apertura del plazo de información pública de un mes para la solicitud de Enagás de prorrogar la concesión de los terrenos que ocupa la regasificadora durante 14 años más, venciendo la misma en 2058 en vez de en 2044. Enagás se compromete a invertir a cambio 65 millones de euros en un centro logístico para la reexportación de gas, condicionado a tener contratos para ello.