Siete grupos de montaña gijoneses, con solvencia y reconocida trayectoria en la promoción del ocio en entornos naturales, se han unido en una causa común: advertir al Gobierno regional de las "cada vez más agobiantes dificultades que tenemos" para caminar por determinadas zonas de la montaña asturiana.

Los portavoces de los grupos Torrecerredo, Ensidesa, La Calzada, Laviada, La Peñuca, La Curuxa y El Trasgu Andayón se han dirigido a la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales para mostrar su desacuerdo "con la paulatina incorporación de extensas áreas de montaña como Zonas de Especial Conservación o Parques Naturales", lo que en la práctica implica que se les pongan trabas para recorrer caminos "que hemos pisado toda la vida", como recuerda Enrique Marcos, del Grupo La Calzada.

En el lamento de los montañeros se solapan argumentos que tienen que ver con la reivindicación de su histórico compromiso medioambiental, su desacuerdo con que se limite el disfrute de áreas de gran atracción, y el regusto que les queda, además, de sentirse muchas veces señalados directa o indirectamente como elementos perjudiciales para la conservación de flora y fauna. "No nos sentimos responsables de que los intentos por preservar determinadas especies no hayan dado sus frutos; es probable que haya otras causas más objetivas que ustedes ya conocen", indican los portavoces de los grupos, que además recuerdan que toda la vida han fomentado "un código de conducta en el que prima el respeto en mantener la riqueza ecológica que poseemos y el que merece la explotación ganadera presente en las zonas que frecuentamos, y nuestro comportamiento es igual cuando caminamos por Amieva, Ponga o cualquier espacio no declarado, pero con importantes hábitats naturales, que cuando lo hacemos por Somiedo y Redes".

Los grupos de montaña consolidados llevan a cabo rutas programadas, para las que piden las correspondientes autorizaciones cuando se trata de zonas sometidas a algún nivel de protección. Dicen que ya son "reiterados" los expedientes de denegación de paso, "con algún intento de multa gorda", que les obliga a cambiar la programación, pese a tratarse de "caminos ya conocidos que han servido a ganaderos y pastores para acercarse a sus majadas, y que ellos con generosidad han puesto a disposición de todos". Si hace años era Somiedo la única área con grandes restricciones, ahora las trabas llegan a muchas más. Y la de Redes es especialmente compleja, dicen. Ahí "cada vez las dificultades son más", se quejan. "Nos referimos a rutas tradicionales, parajes por los que hemos pasado siempre y de los que hemos disfrutado, y cada vez se pone más complicado. No nos importa que se declaran espacios naturales siempre que eso no repercuta en unas restricciones que ni están claras ni vemos justificadas", explica Enrique Marcos refiriéndose a que en el caso de Redes "a veces sentimos que contestan un poco a salto de mata". Los montañeros ven con pesar "que acabemos programando salidas por León, donde nunca hay problema" y recuerdan que "Asturias necesita el turismo y nuestra red de caminos es un atractivo enorme".