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Un negocio en otra dimensión

Dos informáticos gijoneses inauguran en Ceares el primer laboratorio de realidad virtual de Asturias destinado al ocio

Nacho Junquera coloca las gafas a un cliente. ÁNGEL GONZÁLEZ

Bucear entre corales a miles de metros de profundidad, montar en la montaña rusa más segura del mundo, asistir a un concierto de U2 o dibujar en el aire ya es posible sin necesidad de moverse de Gijón. Todo puede hacerse, gracias a la realidad virtual, en una pequeña sala de unos 20 metros cuadrados situada en el número 9 de la calle Campo Sagrado. Allí, en el barrio de Ceares, acaban de abrir su negocio Cristina González y Nacho Junquera, un matrimonio de informáticos gijoneses que han lanzado el primer laboratorio de realidad virtual de Asturias.

"Nos decidimos a emprender con este negocio hace meses, cuando vimos que a nuestra comunidad todavía no había llegado una oferta así y que en Madrid o en Estados Unidos estaba teniendo muchos éxito", relató ayer González durante la inauguración de la tienda. Esta gijonesa y su marido ya tenían experiencia en este campo. A lo largo de los últimos meses han participado en ferias y eventos por toda Asturias para "probar" las posibilidades de su negocio. "Con unas gafas buenas y un programa desarrollado correctamente es increíble todo lo que se puede hacer, a día de hoy la realidad virtual se está utilizando en la medicina con escáneres corporales y hasta para curar miedos como la fobia a las arañas", señaló la empresaria. Su objetivo, por el momento, pasa única y exclusivamente por el entretenimiento.

"Vamos a contar con programas como Google Earth que permiten, por ejemplo, recorrer un pueblo de Sevilla sin salir de esta habitación. También tendremos juegos o escenarios que iremos cambiando en función de lo que veamos que interesa", apuntó la informática gijonesa desde su local, en el que se puede, también, disfrutar de un concierto o de una película en 360 grados. El bono de una hora tiene un precio de 25 euros.

"Lo fundamental es que cada uno que venga elija lo que quiere hacer porque el cliente tiene que sentirse cómodo, no puede estar agobiado en la sala, la experiencia tiene que ser positiva para animarse a repetir", enfatizó González mostrando como esta tecnología permite, incluso, dibujar en el aire gracias al programa de creación tridimensional promocionado por Google. "Hay programas hasta para crear realidades en tres dimensiones o para vestir modelos con combinaciones de ropa", relató. Y en Gijón ya se puede probar.

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