Gijón se convertirá el próximo mes de octubre en la capital internacional de la pita pinta. El concejo acogerá por primera vez el Campeonato de Europa de la Pita Pinta Asturiana, un evento al que se espera que acudan casi medio millar de ejemplares procedentes de toda Asturias, de varias provincias españolas y de países como Francia, Alemania, Bélgica, Hungría o Rumanía, según explican los organizadores.

El encuentro, pionero en España, es el fruto de dos años de trabajo organizativo desde la Asociación de Criadores de Pita Pinta Asturiana, tal y como señala su presidente Arturo González. En la actualidad el Principado cuenta con 2.400 gallinas de esta raza censadas en el libro genealógico, si bien se estima que existen entre 8.000 y 10.000 ejemplares más sin controlar en toda la región.

Sólo en el municipio de Gijón se cuenta una docena de criadores de esta raza asturiana, aunque la entidad cuenta con más de un centenar de socios que están en activo.

Además, muchos criadores de fuera e incluso del extranjero se han dedicado en los últimos años a potenciar una raza que "sigue estando en peligro de extinción", como recuerda González, convencido de que un certamen con el que acogerá Gijón entre los días 27 y 29 de octubre "supondrá un impulso importante para los criadores y para dar a conocer la raza".

Porque el certamen europeo no será monográfico: se podrán ver otras razas de aves de corral, pero sí que la pita pinta será la protagonista. Así, se pondrá en marcha un concurso con dos campeonas por variedad de esta raza. A saber, pinta, roxa, negro abedul y blanca. Un certamen que se prevé competitivo por el esmero de quienes se han puesto manos a la obra para la recuperación de una raza que estuvo a punto de desaparecer.

La pita pinta está considerada la única raza avícola autóctona asturiana, y no fue hasta el año 2000, con la presentación de cuatro ejemplares "en sociedad" en una feria en Nüremberg, cuando empezó a crecer el interés por la pita pinta.

Tradicionalmente la función principal de estos ejemplares en la casería asturiana era la producción de huevos, si bien se ha probado con éxito la cría para carne, y los criadores y expertos también destacan la importancia de esta raza en el ámbito ornamental, dado lo vistoso de su plumaje moteado.