Confundió la bandera de Asturias con la de España pero esa no es razón suficiente para denegarle su derecho a considerase español. Esa es, al menos, la explicación que dan los jueces de la Audiencia Nacional a la hora de concederle a un dominicano la nacionalidad española, un derecho que el Ministerio de Justicia le había denegado al demandante por decir en una entrevista que la bandera española es "azul y amarilla", los colores de la enseña asturiana.

El Ministerio de Justicia denegó en un primer momento la petición del extranjero alegando que este ciudadano vecino de Gijón "no había justificado suficiente grado de integración en la sociedad española según se desprende de la entrevista mantenida con el juez encargado del Registro Civil". Tanto la Fiscalía como justicia señalaron que si bien en este caso existía "un grado aceptable de adaptación a las costumbres y al modo de ser españoles" el extranjero no había asimilado la cultura del país.

Los magistrados encargados de la sala de lo contencioso administrativo de la Audiencia Nacional hacen hincapié en su sentencia en que ese grado de adaptación a la cultura se comprueba mediante la entrevista personal a la que se somete a los extranjeros que piden la nacionalidad. En este caso el hombre de origen dominicano, que regenta desde 2008 un locutorio en Gijón y carece de antecedentes, respondió a los jueces "que la Constitución son 'las leyes', que la forma de gobierno en España es democrática, que la bandera es azul y amarilla, que no existe pena de muerte y que las festividades señaladas son el día de la Constitución, Covadonga, Navidad y Año Nuevo". A la vista de estas respuestas los jueces de la Audiencia consideran que la entrevista "no evidencia un desconocimiento de la sociedad y de sus instituciones puesto que el interesado ha dado respuesta correcta a la mayor parte de las preguntas. Respecto a la bandera afirma que es azul y amarilla pero eso coincide con la del Principado de Asturias, que es donde reside, por lo que sólo esa pregunta se ha contestado de manera incorrecta", manifiestan los jueces a la hora de anular la resolución previa del tribunal y de concederle al demandante la nacionalidad española tal y como lo había solicitado.