Los turistas que este pasado fin de semana decidieran visitar uno de los monumentos más reseñables de Gijón, el "Elogio del Horizonte", de Eduardo Chillida, se habrán llevado una gran sorpresa al advertir que parte de los accesos al mismo estaban cortados por unas vallas de seguridad. Sin embargo, esto no fue óbice para que varios grupos de paseantes burlaran dicho vallado, llegando en ocasiones a dejarlo tumbado en el suelo, para acceder al entorno más próximo de la obra del escultor vasco, una actitud que, desde el Consistorio, se resignan a tachar de "prácticamente imposible de impedir".
La razón de dicha situación son unas obras de mejoras que tienen lugar en el Cerro Santa Catalina desde principios de la pasada semana, que mantienen aisladas gran parte de las principales vías circulatorias de dicha península.
El proyecto, adjudicado a la empresa Ingeniería, Obras y Movimientos, S.L., tratará de mejorar el firme de los viales que nacen desde el Real Club Astur de Regatas, ascendiendo por el Camín de la Fontica y sus ramificaciones que rodean el propio "Elogio", debido a que "se encuentra muy deteriorado y con múltiples parches motivados por las reparaciones de averías en las instalaciones que discurren por el parque". Además, se repararán las rigolas situadas en las cunetas con el fin de recoger las aguas de escorrentía y llevarlas hasta los sumideros, que también serán sustituidos al estar, tanto unos como otros "muy deteriorados, suponiendo un peligro para los usuarios del parque y no cumpliendo la función para la que están pensadas".
Los trabajos cuentan con su complejidad debido a las "especiales características del lugar y su gran valor cultural", y a las complicaciones de acceso para la maquinaria pesada. Por ello, "los trabajos tendrán que ser llevados a cabo con mucho cuidado para respetar en todo momento el resto de instalaciones y vegetación del parque", más allá de la cuestión obvia de que se trata de una zona muy transitada.
Las obras, con un presupuestos de licitación de 66.091,57 euros, tendrán una duración estimada de dos meses, periodo en el que el tránsito por los viales estará restringido.
