Ayer se cumplieron tres años del trágico suceso que motivó la muerte de seis miembros de una misma familia gijonesa que se encontraba de fin de semana en una casa rural en la provincia de Burgos.

Los hechos ocurrieron el 22 de febrero de 2014 en una vivienda situada Tordómar por culpa de una humareda provocada por una lámpara "quitamiedos", denominada así porque se utiliza con frecuencia con el objetivo de que los niños no pasen miedo en la oscuridad, que calentó un rodapié y un cojín de la casa rural. Pese a la rápida intervención de los vecinos y la Guardia Civil la tragedia que costó la vida a una madre, dos hijas y tres nietos, conmocionó Gijón.