Un ganadero gijonés a punto estuvo de perder a una de sus vacas que se escapó del cercado donde pastaba y fue a parar a la piscina de una finca colindante. Gracias a su ingenio logró socorrer al animal, "sano y salvo", que se mantuvo a flote durante casi dos horas.

El pasado lunes, como cada día, un ganadero local estaba al cargo de una camada de vacas que pastaban tranquilamente en unos terrenos en la parroquia de Castiello de Bernueces cuando, de pronto, siete novillas de entre 16 y 18 meses se escaparon del cercado, pasadas las cinco de la tarde, sin ser vistas por su pastor. Cada una inspeccionó por separado el territorio con la mala suerte de que una de ellas accedió a una finca limítrofe, próxima al Camino de la Barquera, ajena al peligro que suponía. Dentro de esa propiedad, cuyos dueños se encontraban fuera, existe una piscina que, aunque perfectamente cubierta por una lona, supuso una trampa casi mortal para la novilla, de raza frisona.

La res accedió a la zona acuática y la tela que protegía la piscina venció al no poder resistir el peso del animal, de casi 300 kilos. El agua impidió el golpe contra el fondo pero la vaca tuvo que afrontar el reto de mantenerse a flote, haciendo grandes esfuerzos para no hundirse. Más aún cuando se movía en dirección a la zona de mayor profundidad, donde no hacía pie. "No fue culpa de la piscina ni del dueño de la finca, fue un accidente por culpa del peso de la vaca", señala el ganadero, aliviado por un final feliz.

La vaca, nacida el 4 de julio de 2015, se llama, según refleja en su identificación, "Castiello Benjy Mariposa", un nombre peculiar formado por nombre propio y dos apellidos "Benjy" y "Mariposa" que son, a su vez, los nombres de su padre y madre respectivamente, como indica el certificado de registro expedido por la Confederación de Asociaciones de Frisonas Españolas (Conafe). Además cuenta con un peso aproximado de unos 300 kilos, superior al que puede soportar la lona de la piscina.

Unos vecinos alertaron de lo sucedido y gracias a la actuación del ganadero, acompañado por una dotación de bomberos y agentes de la Guardia Civil, se consiguió sacar a la vaca que se veía "que tenía miedo porque es joven". "Me avisaron y fui corriendo para allí, utilicé un tractor con una pala para poder cogerla sin hacerle daño y acercarla al bordillo de la piscina y así sacarla del agua", explica el ganadero gijonés tras conseguir concluir con éxito el rescate después de más de una hora y media flotando en el agua.

"Saben nadar pero como sucede con las personas, si están mucho tiempo se agotan y se ahogan", explica el ganadero sobre este hecho "poco habitual" pero que sí "le ha pasado más veces a otros compañeros de la zona". Ahora, ya repuesto del susto, no le pierde ojo a "Castiello Benjy Mariposa" que ha vuelto a pastar plácidamente con el resto de compañeras en un prao próximo de la parroquia de Castiello.