La naviera española a la que ha recurrido Rafael Riva Meana para reflotar la autopista del mar entre Gijón y Saint Nazaire (Francia), aseguró ayer desconocer tanto el proyecto del empresario gijonés como su intención de solicitar el apoyo de esta importante naviera, cuya sede central está en el Levante español.

El propio Riva apuntó ayer que todo "está prácticamente terminado", si bien está aún unos días a la espera a ver si le llegan noticias favorables. Al parecer, Riva tiene acceso personal al máximo responsable de esa naviera española.

El último intento de Rafael Riva para llevar a cabo su idea llega después de que la empresa concesionaria de la terminal de la autopista del mar en los muelles de La Osa de El Musel, Terminales Portuarias Franco Españolas (Terpor) haya presentado al Puerto el pasado 16 de enero su renuncia a continuar con la concesión, al considerar que "no va a haber de nuevo actividad" en el plazo pendiente de concesión. Terpor mantuvo la concesión pese a carecer de actividad durante más de dos años, después de que en septiembre de 2014 suspendiera el servicio la naviera francesa LD Lines, que era quien lo venía prestando hasta entonces.

El intento de aliarse con un gran naviero español es la última baza de Riva para reactivar la linea. Primero intentó un acuerdo con LD Lines para que le entregase GLD Atlantique, la empresa concesionaria de subvenciones para la autopista del mar. Luego intentó obtener apoyo bancario para comprar un barco, sin éxito. El tercer intento fue negociar el alquiler del navío, algo que tampoco pudo ser. El recurso a otra naviera es la cuarta opción y probablemente la última.